En vivo y en directo, con Jose Jones.


"- Y ahora. Aquí. En vivo y en directo. ¡El mismísimo Jose Jones!
- Bueno, yo sólo soy uno de los tres... (Por lo bajo). Buenas tardes público.
- Cuánto tiempo intentando concertar esta entrevista, por lo visto la identidad de Jose Jones, debido a su turbio pasado, era difícil de desvelar. Le rodean millones de acusaciones policiales y amenazas de muerte de madres y padres de sus fans más jóvenes.
- Bueno, algunas de esas acusaciones son infundadas. Se deben al miedo que produce la sola mención de mi nombre. Ya me acusan por todo.
- Eso esperamos todos, que salga todo muy bien. Por cierto, desde cuándo existe Jose Jones?
- Bueno, como ya he dicho.. Yo soy solo una tercera parte de lo que es Jose Jones.
- ¿Como es eso?
- Bueno, sí. Jose Jones somos tres personas. No soy solo yo. En definitiva es una mente mucho más compleja, difícil de cazar entera.
- Creo que no le entendemos.
- A ver, es muy simple. La complejidad de lo que inicialmente se concibió como Luas y sus Problemas es fruto de una mente de triple complejidad, no podía ser una sola persona. Jose Jones somos tres. Yo soy solo uno.
- ...
- ¡Váyase a la mierda usted subnormal! ¡Y a la mierda el público también! Arderán todos en vivo y en directo."

La mecha prende fuego y todo el teatro principal revienta en pedazos. La filmación en directo capta todo el momento de la ignición. Un estadio de fútbol se desmorona por la onda expansiva cuando el equipo local iba perdiendo. La ciudad se sume en el silencio absoluto y una tercera parte de Jose Jones sale caminando entre las ruinas camino a otra localidad. Es hora de ir a un motel y escribir la 6ª temporada de Luas y sus viajes y fracciones.

sábado, 13 de junio de 2020

Luas y sus amigos

Jose Jones decide regresar a su cueva a pata. Vaya juerga, el vodkila pasa factura, aunque recuerda haberlo pasado bien. La muerte de Miki (aunque para Jose esto no es nuevo) le dejó un amargo sabor de boca. Está harto del infierno. Decidió parar un momento en la Croassanteria Mallorca para mojarse el churro en chocolate. ¨Si, me sentara bien¨. 

Allí estaba él, con la mirada fija en el vacío. Sabía que si se iba a la cama iba a comer techo. Aun le dolían las encías. ¨Tengo que relajarme, madurar, asentar la cabeza y por que no...plantar un pino¨. Llamó al camarero, un demonio jovenzuelo lleno de acné, y le pidió la cuenta y una escalera. 

¨Gracias joven mozo, ven, ayúdame un momento, sujetame esto para que no me caiga¨. Jose subió los 5 escalones y como en El Show de Truman, abrió una pequeña compuerta del ´techo´. No sin esfuerzo y en un alarde de estado físico, se impulso hacia arriba con los brazos, desapareciendo por la compuerta. Miró hacia atras y sonrió. Recordo a Miki por última vez. ¨Tu si que eres el puto amo del Cadalso¨

Suena la cisterna del baño de mujeres del trigésimo cuarto piso del ala oeste de los estudios de grabación de Luas y sus problemas. Jose Jones sale del wc, con pedacitos de mierda en el pelo. Dos mujeres, horrorizadas se apretujan contra las esquinas del aseo. 

¨Comienza la segunda expansión. Comienza la emisión¨

Jose Jones se mira en el espejo y se endereza la corbata. Se sonríe a si mismo y se sacude los pocos trozos de mierda que todavía tiene encima. Se echa un poco de Axe (Lynx in the UK) Wild Spice en la sobaquera, por encima del traje, y luego levanta los brazos hacia el cielo, estirando la columna desde la base del coxis hasta las puntas de los dedos de las manos. Con toda la espina estirada de esa forma, el esfinter de Jose se descuida y la fuerza de un gran pedo resuena entre sus  nalgas y ofende a los dioses más cercanos. 

El trueno que vino a continuación le reventó el tímpano a todo humano que se encontrara cerca. Jose había desencadenado la ira de un poder que no conocía. 

Era la primera vez que su ciclo se rompía, era la primera vez que no sabía qué iba a ocurrir a continuación antes de despertar de nuevo al principio de su vida para repetir todo su infierno. Y todo por un pedo, por una flatulencia. 

Jose pensaba que todo esto era una broma pesada de Satán, pero pronto se quitó esa idea de la cabeza. Se acabó el infierno. Aquí esta él, el auténtico Jose Jones, responsable de la existencia misma de este relato, de pie en el aseo mirándose al espejo. Sus ojos aun no se habían adaptado del todo a la luz natural. En el infierno solo hay luz de fuego, una luz que nunca cesa en su movimiento, causando un sinfín de brotes psicóticos en los pobres residentes del inframundo. El sol es tan tranqui, tan buen ro, que hasta daba algo de rabia. 

Salió del aseo con paso decidido en dirección a su despacho. Sus empleados se quedaban pasmados, boquiabiertos y excitados, al cruzarse con el. ¨¿Mr. Jones? ¿Es realmente usted? Dios mio!¨,¨¿Eres tu Jose? ¡Fóllame de nuevo!¨,¨¿Director? Esto no es lo que parece...¨,¨¡Oh Jose Jones, alabado sea! Santificado sea su nombre, venerada sea su serie, hágase su voluntad en mi reino, desvirgue usted a mi hija¨. Jose disfrutaba, lleno de orgullo y satisfacción, al comprobar que su crew no se había olvidado de él.
 
*

En el ático del edificio más alto del planeta hay una puerta de cristal templado con carpintería de hierro forjado. En ella, dos jotas doradas anticipan quién ocupa el despacho. Si el lector se aventurara a atravesar el umbral, encontraría a un Jose Jones, esculpido por su traje caro, sentado en su silla giratoria , redactando un documento con la espalda recta con una pluma de las que pesan donde toca. En el suelo infinidad de papeles arrugados que contienen ideas desechadas. 

En el papel se lee:

¿QUIÉN ENCONTRÓ A BORJAMARI?
Guión para la reemisión de la serie. Lluvia de ideas.
Capítulo uno.

Luas despierta con fuerza. Es decir, levantándose de la cama haciendo una flexión, una abdominal y una sentadilla. Algo le inquieta. Echa de menos el cuarto muro de su habitación. Si alguna vez lo hubo, no sabía qué había sido de él. Sentado en el canto de la cama, no puede dejar de intuir que la culpa de aquello la tenía Jose Jones; sujeto al que en principio desconoce, pero cuyo nombre aparece de forma intrusiva en su cabeza. En realidad, Luas siente como si el nombre hubiera tomado forma física y estuviera incrustado en el mismo bulbo raquídeo, enviando impulsos desde su médula hacia las fibras nerviosas que determinan su capacidad motora. "Estás exagerando", se dice mientras mira vagamente (es decir, con un ojo vago), hacia donde una vez hubo yeso.

Luas despierta con fuerza. Desde posición horizontal y sin apenas dificultad, realiza una triple voltereta mortal-frontal-hacia-delante y ya está en pie. Dirige-se hacia la puerta altivo, como arrastrado por un cordel, pecho palomo y aún en calzoncillos. Tan mala suerte tiene, que tras dar dos pasos resbala con una tapa de Danone sabor piña ® y cae de espaldas.

PUM!

JAJAJAJAJAJA

"Pero qué puta mierda?" 

La puerta de su habitación es abierta de sopetón. Por ella asoma medio cuerpo de un hombre sin identificar.

"Pero Luas!"

WHOOOOOOOOO

Dirige su mirada hacia nosotros. En su rostro una mueca. Sonríe.

WHOOOOOOOOO

Luas intenta hablar, pero es interrumpido por una tormenta de aplausos.

ACTO 1
ESCENA A - Interior. Dormitorio de Luas.

Tobías - 
"Joder Luas, pareces nuevo. De sobra sabes que no puedes comer nada que contenga piña que luego te cagas encima."

Luas -
"Hmmm... No creo que seas consciente de que el sabor de piña de un Danone ® no tiene nada que ver con una piña real, son todo químicos y mierdas."

Tobías -
"Razón de más para que lo elimines de tu dieta esta bazofia. Ven, déjame que mire si te has hecho daño, la hostia que te has metido ha resonado por todo el plató."

Luas - 
"¡Quiiitaa! Ni te me acerques, payaso. A mí no me toca ni mi madre, ¿entendido? Estoy bien, el golpe se ha oído por todo el plató porque me falta una pared. Por cierto, ¿qué sabes tú de eso? Y más importante, ¿quién cojones eres?"

Tobías - 
"No te has leído el guión, ¿verdad? ¡JODER! ¡CORTEEEN!"

Un foco de luz se enciende de repente y ciega a Luas que...


Jose Jones separa la pluma del papel y se la lleva a la sién mientras se muerde el labio. No estaba demasiado inspirado, el truco de romper la cuarta pared ya estaba muy manido y el público se merecía algo más fresco. "Piensa, Jose, piensa..."

Unos fuertes golpes en la puerta interrumpieron sus divagaciones y le devolvieron de golpe a la realidad de su oficina. "¿Y por qué no llevo pantalones?". Los golpes aumentaron en frecuencia e intensidad, "Será mejor que vaya a ver quién es", pensó para sí Jose Jones mientras se levantaba de la mesa vestido con una camisa y unos calzoncillos marcahuevos que algún día habrían sido blancos, pero habían adquirido ya el color de los dientes de un fumador. De camino a la puerta el sonido ya se había vuelto infernal y se podían ver los goznes vibrar, como si la puerta estuviera apunto de salir disparada.

- ¡Ya voy! ¿Qué clase de.....? ¡Mierda de Johnny! ¡¿Qué clase de secretario de mierda eres?! 
Jose bofetea al pobre becario. Alguien tiene que pagar por su bloqueo creativo.
- I'm sorry Mr. Jones, I thought that you would appreciate a cup of tea.
-¡Imbecil, pedazo de imbecil!¡Dame ese te y get the fuck out! ¡Como vuelvas a pensar no te firmaré los papeles del Erasmus!

Ya un poco más relajado, recoje la bola de papel del suelo y la extiende con el dorso de la mano. Recupera su pluma y la sumerge en el tintero con la mirada ausente durante unos instantes. Respira. 
- A la mierda....
 
(...) 
 
Tobías - 
"No te has leído el guión, ¿verdad? ¡JODER! ¡CORTEEEN!"

Un foco de luz se enciende de repente y ciega a Luas que no sabe ya ni donde está. Flashbang, fire in the hole, go go go. Blanco total y pitido en los oidos. Poco a poco va recuperando la visibilidad para encontrar a Tobías, vestido con un pasamontañas y un chubasquero artico. Cuchillo en mano, se acerca a Luas sin parar de dar saltitos. Luas saca a tiempo su propio cuchillo y los dos saltan durante un ratito dando vueltas por el salón. De vez en cuando se pegan un navajazo, pero ahi siguen. ¨Apunta a la cabeza¨ piensa Luas, pero con tanto saltito no hay manera. Tobias resbala con la tapa del Danone sabor piña ® y cae de espaldas. Clonk, cabezón contra el suelo, sangre por todo.
 
Jose suspira. Es un comienzo y se siente satisfecho. Bebe un sorbo de su te y llama a Johnny por el interfono. 
-Thanks mate, I'm sorry for the slapping. I was a bit stressed. Please, do not knock my door again, don't let anyone disturb me.
 

ACTO 1
ESCENA B - Exterior. Verano, pleno monsoon. Luas camina hacia por la calle en busca de unos lumpias.
 
 Luas - 
¿Qué coño acaba de ocurrir? ¿Quién era ese tipo y por qué estaba en mi cuarto? ¿Por qué me siguen estos cámaras? ¿Dónde coño estoy? El cuerpo de este tipo está enroscado en el suelo. Es todo puto atrezo, y por alguna puta razón quiero una jodida lumpia! Piensa, Luas. Piensa.

Pero las gotas de lluvia golpean a Luas en la cara como si tuvieran cuentas pendientes. La poca visibilidad y el ruido ensordecedor no le dejan pensar con claridad.

Mr. Atrezzo
- Estás verde, Luas.

El cuerpo de madera, rígido, enroscado al suelo desde el ano por un cilindro de madera, comienza a girar lentamente sobre su propio eje. Los giros son cada vez más rápidos, sus brazos erguidos dibujan una circunferencia perfecta al son de cada rotación. Magnífico, elegante, ya desenroscado, levita unos centímetros sobre el suelo y desciende lentamente. La lluvia se detiene.

Luas -
Mira, no sé quién eres pero se me están hinchando los huevos. ¿Qué mierda queréis?

Mr.Atrezzo - 
- ¡Tronquilizate! El que quiere algo eres tú, ¿no?. Acompáñame, ¿no decías que querías lumpias? Yo conozco al señor de las lumpias. Es un buen amigo mío. Seguro que nos hará un descuento. Je je. Bueno, toquemos madera. Je je.  Cruza los dedos, toca madera. No pases por debajo de esa escalera... Evita el trece, al gato negro...

Luas, ya harto de esta mierda, salta sobre Mr.Atrezzo y golpea con violencia la cabeza de este contra el suelo. Alcanza a escuchar una voz que dice - De tal palo...- . Sumergido en cólera, la casualidad dicta que los golpes marchen a ritmo de 3/4. - Tal astilla... - Ahora en pie, las botas de Luas caen repetidamente sobre la cabeza de Mr.Atrezzo. Astillas en el suelo brincan temblorosas con cada impacto. Una nube de serrín les rodea - Tronco, para -. La voz de Mr. Atrezzo, antes grave y distinguida, cobraba en sus últimos soplos un chirriante y familiar sonido. Entre la madera resquebrajada asoma escupiendo trozos de madera y dientes la ensangrentada cara de Tobías. 

Tobías-
C-c-cort...

Tobías deja escapar el que sería su último suspiro, el estertor rebotando en las paredes de papel-cartón del set. Sangre colmando de su boca empieza a derramarse en el suelo haciendo chop chop. Luas ojea los restos de Tobías con mirada desinteresada, como si aquello no tuviera nada que ver con él. Luego se mira las botas, están llenas de sangre. Como sus manos, como toda su ropa de hecho. La lluvia se reanuda en un momento, con mucha más fuerza que antes. Luas encara al cielo, y sin poder ni abrir los ojos, emite un chillido de ultratumba.

- ¡LUMPIAAAAAAAAS!

Jose suspira, "¿Estoy escribiendo una obra maestra o qué? Al público le gusta la violencia, al público le gusta especialmente ver a Luas siendo especialmente violento. Pero necesito algo más, me falta algún ingrediente, la violencia necesita una motivación, si no se convierte en un simple reclamo y la gente pierde el interés. Vale, lo tengo, necesito encontrarle una razón de ser a la ira de Luas. Piensa, Jose, piensa..."

Tras cinco minutos de reflexión Jose se encuentra más perdido que antes. Aprieta de nuevo el botón del interfono.

- Yes?
- Michael, vente.
- My name is Johnny.. - Pero Jose ya ha soltado el botón, así que la voz de Johnny se pierde en el cableado.

El becario toca a la puerta segundos después.

- Abre, que te he llamado yo, por el amor de Dios.

Johnny abre lentamente y su cabeza aparece detrás de la puerta, la mejilla izquierda todavía algo roja del bofetón de antes. En sus ojos se puede ver claramente que ha estado llorando un rato largo. 

- What do you want, boss?
- What's wrong? Venga, entra, cierra la puerta y siéntate aquí a mi lado. Quiero que leas una cosa.
- Boss, I .. I told you already that I can't understand.... - dándose cuenta del error que quizá estaba cometiendo, se lleva instintivamente la mano a la mejilla, carraspea con toda la fuerza que consigue acumular, y empieza de nuevo - I'm making a lot of progress with my Spanish, but I don't understand everything yet, I'm extremely sorry about this and I do hope with all my heart that you will find it in you to forgive. Eeh... - La mirada de Jose refleja el cabreo que se estaba cociendo en su interior, Johnny reconoce esos ojos y se pone aún más nervioso, las palabras se le quedan en la garganta. - Eh... Yo, no comprende... Señorito... Grasias.

Las manos del becario están sudando profusamente, su pañal se llena de orín y sus ojos comienzan a colmarse de lágrimas reflejando la luz de los fluorescentes del despacho como chispas de luz. Hace un mes, cuando empezó en Luas y sus Problemas Inc. como becario, se habría cagado encima y estaría corriendo a su casa. Johnny había hecho unos progresos increíbles en la materia de gestión del miedo. Progresos que nadie en este mundo debería llegar a necesitar. 

Pero aún así, el silencio era siempre insoportable. Jose Jones, con su fría mirada clavada en sus ojos justo por encima de sus manos entrecruzando los dedos. El tiempo parecía congelarse durante una eternidad. El resultado nunca era el mismo, pero nunca era agradable. Estaba tan lejos de ser agradable, que la propia palabra no debería poder usarse para describir lo que podía acontecer a continuación, ni siquiera de forma negativa. No era no-agradable ni desagradable. Era el material con el que se forman las pesadillas. 

Después de tal eternidad, y para gran sorpresa de Johnny, Jose sonrie apaciblemente.

-Lo tengo Michael, lo tengo.
-Eso es muy bien señor boss.

¿Por qué Luas estaba tan enfadado? ¿Cuál es el motivo de sus repentinos impulsos violentos?¿Por qué no era nunca capaz de parar a tiempo? La historia de los problemas es la historia de los Luas y sus amigos. Siempre contó con ellos, pero nunca los tuvo. Tras décadas de drogas, con el cerebro como lo tenía, ni siquiera recordaba ya cómo los había conocido. Apenas recordaba momentos agradables, momentos de confianza, momentos de bromance. ¿Habían existido esos momentos? Quién sabe. La cuestión es que él no los recordaba y, acostumbrado a un estado de soledad prolongada, había dejado ya de echarlos de menos. 

A veces el propio Jose Jones confundía la realidad con la ficción. Por un lado la serie y sus personajes, por otro lado los personajes en la vida real. Jose mismo confundía a veces su propio rol en todo esto. Él era sin duda el creador de Luas y sus problemas, aunque también uno de los principales personajes. Y luego estaba Luas. Todo gira siempre alrededor de Luas. Vaya personaje. Y...¿Donde estaba el verdadero Luas de no-ficción. Jose lo consideraba un amigo. Quizá su único amigo, aunque sentía que hacía años que no lo veía. Le quería, aunque ya confundía si era por descubrirlo como autor, o por ser la inspiración directa de su personaje principal. Autores, actores, la banda, el libro, la serie, el disco...un follón.

-Concéntrate- Se dijo Jose a si mismo. - Para que el libro pueda continuar, necesitamos que la serie comience su emisión. Para ello necesitamos contenido, contenido de calidad.  La violencia vende, pero necesita un motivo de ser. Con tanta confusión, me resulta complicado continuar la trama. Lo que está claro es que el origen de los problemas de Luas está en sus amigos. Todo super heroe necesita un flashback de infancia destruida. La audiencia necesita entender, empatizar con el odio de Luas. Necesitamos un flashback, un flash way way back.


ACTO 1
ESCENA C, Interior, la madre de Luas llora desconsolada tras un parto medieval. 

 Luas, un bebe rechoncho de 5 kilos llora en los brazos de la partera. El padre de Luas está en el suelo desmayado. Sin parar de llorar, Luas busca instintivamente el rostro de su madre. Encuentra antes la cara de la partera, estirada hasta límites casi grotescos por el pelo recogido. La partera es una mujer tosca, de nariz bulbosa y ojos pequeños. No es una vista agradable para nadie, y menos para un recién nacido. Luas deja de llorar y acontece en un instante el fenómeno que en los patos se conoce como “priming”. La partera, que también es carnicera, con la naturalidad con la que en otras ocasiones había puesto boca abajo a un cochino, toma a Luas por los pies y pone el mundo patas arriba. Claro, que para Luas esto no supone un revés de ningún tipo, él aún no ha le ha asignado ejes al mundo. Lo que sí supone un buen revés, y de los de mano abierta, son las bofetadas que la partera le propina en la espalda. A los ojos del espectador, delicados golpecitos, pero el recién nacido cuerpo de Luas bien repleto de grasa querubina recibe cada sacudida con terror. Esto supone un acto de tremenda violencia para Luas. Menos de un minuto en el mundo y ya ha integrado entre sus instintos más primarios que las personas por las que siente un imperativo apego no son de fiar. 

Se reanudan los lloros. La madre de Luas solloza. -Mí niño! Ay mi niño!-.
El padre, que parece haber recuperado la conciencia, permanece en el suelo con la mirada perdida. -Ay ay! No veo, no puedo ver nada, ayuda… no veo! CIEGO!-. Tumbado boca arriba busca con los brazos algo que agarrar. Encuentra el pie de la partera. -Ayúdeme-. La estampa es realmente patética.

-Flashforward-

ACTO 1 
ESCENA D, Interior, habitación de Luas.

Luas, con 3 años, juega en su habitación. En las manos tiene uno de esos puzzles de formas geométricas para niños. Intenta sin éxito insertar el prisma piramidal en el hueco cilíndrico. Fija su mirada en el prisma, durante unos segundos observa el hueco cilíndrico. Lo intenta de nuevo. Vuelve a fallar. 

Los padres de Luas permanecen bajo el marco de la puerta, observando. Se preguntan en qué momento habían fallado.

- No lo entiendo. Seguimos todos los consejos de Postmodernity Today. La habitación es 100% gender neutr-
-Bueno, el de la tienda dijo que el verde era neutral, yo sigo pensando que es machirulo...
-Lo que sea, compramos juguetes didácticos. Le leemos el "nuevo canon" para dormir. Por dios, te enchufamos a Bach durante el embarazo. La geometría hecha música, y ahora no es capaz de resolver el más simple de los puzzles. Me cago en la leche, que el juguete dice de 6 a 24 meses. 
-La psicóloga infantil ha dicho que es normal. Necesita tiempo... es un problema de "delay, not deviance".
-Bueno pues yo no sé qué significa eso de delay o deviance, no entiendo por qué tenemos que llevarlo a la única psicóloga infantil del puto barrio que no habla español. El niño a duras penas dice cuatro cosas en su idioma, no va empezar a hablar en inglés por pasar dos horas a la semana con una cincuenta-añera británica que huele a vino y cuero viejo.

El prisma entra a la fuerza por el hueco cilíndrico. Luas sonríe. 

-Flashforward-

ACTO 1
ESCENA E, Exterior, Parque

Luas sube las escaleras del tobogán.

-¡Baja de ahí, te vas a hacer daño! -  Grita una mujer.

Pero cae en saco roto. Luas, en pie sobre la cima del deslizadero, observa a todos los niños del parque jugar. Se encuentra cómodo ahí arriba, en su salsa. Desde aquí los adultos parecen niños, y los niños hormigas. Me podría acostumbrar a esto, piensa. Me podría acostumbrar a estar en la cima y a mirar a todo el mundo desde mi situación de poder. Desde aquí arriba tengo total control de lo que ocurre a mis pies. 

Luas observa a su alrededor, hasta que encuentra una piedra del tamaño de su puño. Y desde aquí arriba puedo hacer lo que quiera, piensa para sí. Levanta la piedra del suelo sobre sus hombros, apoyándola sobre su mano derecha como haría un atleta. Desde la altura escrutina a todo el mundo, a todas las victimas en potencia. Todos son domingueros, nadie parece ser una mala persona ni nadie que merezca una pedrada en la cabeza. Entonces la elección la deja al azar, pito pito gorgorito, dónde vas? Tú tan


Knock, knock. La puerta de nuevo, Michael seguramente.

- Por el amor de dios, estoy trabajando! - Chilla Jose, aporreando la pluma contra el escritorio, haciendo saltar el tíntero de tal forma que un chorro de tinta le pinta la cara de la frente hasta la oreja.

La puerta se abre lentamente y poco a poco aparecen primero el flequillo de Michael, y luego el propio Michael, asomándose. Su mirada fija en el papel que tiene en la mano, temblando salvajemente. 

- Estrella ha llamado - Dice, con su pronunciado acento británico - Dice que quiere verte. A las ocho de la noche en La Teta Enroscada, donde nos conocimos. Ven tú solo. Te quiero. - Al terminar de leer levanta la mirada del papel, pasando un segundo por los ojos de Jose Jones, la sitúa  más o menos donde estarían los ojos de un gato que estuviera tumbado sobre su cabeza.

- Estrella está muerta - Dice Jose, levantándose de la silla y recolocándose la corbata. - Yo la vi morir, yo vi la luz apagarse en sus ojos. ¿Quién eres, Michael? ¿Y para quién trabajas?

En una fracción de segundo, Michael suelta el papel que sostenía en las manos y se tira sobre su costado, rodando dentro de la habitación sobre un brazo, y con la mano libre saca la Desert Eagle amarrada a su tobillo. En un solo movimiento al levantarse, estira el brazo y dispara en la dirección en la que Jose estaba.

Jose, a su vez, levanta la mano deteniendo la tocha bala en el aire, sonrie con un aire de superioridad, y mira al tal Michael con cara de ´que cute eres´. - Straight outta Cadalso, amigo.

El misterioso personaje inglés se arrodilla pidiendo clemencia y se acerca gateando hasta los pies de Jose. 
-Muy bien gatito.- Susurra Jose mientras le acaricia detras de las orejas. -Ven sientate aquí. 

Jose Jones se hunde de nuevo en su silla, rascandole la cabecita a Michael que esta acurrucado en su mesa. 
-Estrella.-  Se mete una ralla. - ¿Será verdad que estas viva? De todas formas, no tengo tiempo para esto. - Vuelve a lo suyo.

ACTO 1
ESCENA F, Exterior, Recreo en el orfanato.

Luas prepuber, sentado junto a Ro en un banco de piedra. En su cara asoman sus primeros avisos de acné. Ro ya tiene una buena barba, aunque Luas tiene muchos más pelos en los huevos. Comentan y comparan sus avances hormonales.

Pocos dias antes, Luas encontró una revista manga porno en la basura al lado de su casa. Se la enseña a Ro. Hay algo que no comprende. Él sabe lo qué es el sexo, o al menos algo intuye. En las películas de mayores que ha alcanzado a ver, suele haber un momento en que dos personas comienzan a besarse y a desnudarse, hasta que se lanzan en la cama y se corta la escena. Pero en la revista aparece un tipo de grandes ojos y pelo verde jugando con su propio pene con su mano. Él solo. El dibujo está lleno de las características rallitas alrededor del objeto, con las que se expresa velocidad, se la está machacando bien. En la siguiente viñeta aparece dibujado un primer plano del pene que en una explosión, expulsa un enorme chorro de líquido blanco amarillento.

-Ayer me exploté un grano tan gordo que me dio una bajada de tensión. Creo que esto de los fluidos internos no es lo mio.- Comenta Ro.
-Calla calla, no creo que sea lo mismo. ¿Tu alguna vez habias visto esto?
-Creo que es una paja.
-¿Paja?
-Sí. Pajote.
-¿Un buen pajote?
-¿Por qué no? - contesta Ro. Los dos estallan en risas.
 
*
 
Unas horas más tarde, ya en clase. Luas tiene la mirada fija en Estrella. Algo ha cambiado en ella últimamente. Los cambios también se estan dando en ella. Con la mano en el bolsillo, comienza a acariciarse el rabo, dejando volar su imaginación. Acelera. Aprieta sus ojos, se le escapa un suspiro. 
- ¡El Luas se la esca cascando bien!- Grita Miki. Punto de no retorno. Entre horror y carcajadas, Luas sufre avergonzado su primero orgasmo. 

A partir de ese momento, cada orgasmo, cada momento de placer, vino acompañado de culpa y vergüenza. El escarnio público sufrido ese día es la razón que necesita Luas para ser violento,

¡Sí! ¡Lo tengo!

Jose Jones le mete un sopapo a Michael con la mano abierta en toda la oreja. Michael ni se mueve, hace rato se le han secado las lagrimas y sólo queda una ligera marca sobre sus mejillas.

Ya tengo la clave, ya tengo en mis manos el trauma, ya tengo en mi poder la razón por la que Luas no se contenta con la paz y busca el dolor, el dolor propio, el dolor ajeno y el dolor genital. Es todo un trauna infantil, claro, ¿Cómo podía ser de otra forma?

¿No había visto Luas al obispo sacar un latigo de nueve colas y castigar a Javichulo antes de convertirse, literalmente, en un hombre lobo? ¿No era eso suficiente?

Joder, mucho trauma, mucha historia, mucha anécodta escabrosa, mucha fuente de terror, mucho jugo de oscuridad. Demasiada muerte, demasiada masturbación, tantas pajas y tanto desamor. La historia de Luas era un drama, no era una historia de amor, no era un thriller ni era una comedia.

Era un drama, y como todo drama, empezaba con un trauma. 

Michael, con la cara roja como un tomate después del sopapo que se acababa de llevar, empieza a escurrirse poco a poco y saliendo del regazo de Jose. Jose está aporreando su máquina de escribir Remington Steele como un loco, así que no se da cuenta cuando finalmente Michael se tira al suelo, y reptando como una serpiente desparece por la misma puerta que había entrado.

Jose Jones nunca volvió a ver Michael. Pero Michael sí volvió a ver a Jose, el día de su muerte.

Pero no adelantemos acontecimientos, Jose estaba apunto de escribir el capítulo más importante en toda la historia de Luas. El capítulo que iba a cambiarlo todo. El capítulo que rompió records de audiencia en Oceanía el día de su estreno. La campaña de marketing fue todo un exito.

El siguiente capítulo no es un capítulo cualquiera. Es la razón por la que, después de multiples ocasiones en las que has estado apunto de dejarlo, sigues leyendo esta historia. A pesar de las incongruencias, de los saltos temporales, de los personajes que viven en una realidad y a la vez en otra, a pesar de que a veces no hay forma de saber si todo es un sueño o sólo el resultado de un viaje de LSD, a pesar de todo esto, sigues leyendo. Sigues leyendo por una razón.

Sigues leyendo porque quieres entender. Quieres entender a Luas, quieres entender a Luas y sus problemas. Sigues leyendo y Jose lo sabe, y por eso quiere escribir la mayor obra de arte nunca escrita, para ti. Jose decide escribir el siguiente capítulo para desvelar la verdad.

Y la verdad es la razón por la que sigues leyendo Luas y sus problemas.

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