En vivo y en directo, con Jose Jones.


"- Y ahora. Aquí. En vivo y en directo. ¡El mismísimo Jose Jones!
- Bueno, yo sólo soy uno de los tres... (Por lo bajo). Buenas tardes público.
- Cuánto tiempo intentando concertar esta entrevista, por lo visto la identidad de Jose Jones, debido a su turbio pasado, era difícil de desvelar. Le rodean millones de acusaciones policiales y amenazas de muerte de madres y padres de sus fans más jóvenes.
- Bueno, algunas de esas acusaciones son infundadas. Se deben al miedo que produce la sola mención de mi nombre. Ya me acusan por todo.
- Eso esperamos todos, que salga todo muy bien. Por cierto, desde cuándo existe Jose Jones?
- Bueno, como ya he dicho.. Yo soy solo una tercera parte de lo que es Jose Jones.
- ¿Como es eso?
- Bueno, sí. Jose Jones somos tres personas. No soy solo yo. En definitiva es una mente mucho más compleja, difícil de cazar entera.
- Creo que no le entendemos.
- A ver, es muy simple. La complejidad de lo que inicialmente se concibió como Luas y sus Problemas es fruto de una mente de triple complejidad, no podía ser una sola persona. Jose Jones somos tres. Yo soy solo uno.
- ...
- ¡Váyase a la mierda usted subnormal! ¡Y a la mierda el público también! Arderán todos en vivo y en directo."

La mecha prende fuego y todo el teatro principal revienta en pedazos. La filmación en directo capta todo el momento de la ignición. Un estadio de fútbol se desmorona por la onda expansiva cuando el equipo local iba perdiendo. La ciudad se sume en el silencio absoluto y una tercera parte de Jose Jones sale caminando entre las ruinas camino a otra localidad. Es hora de ir a un motel y escribir la 6ª temporada de Luas y sus viajes y fracciones.

miércoles, 1 de febrero de 2012

La enfermedad mental de Estrella.

-¡A comer!
-¡Ya vamos!
-¡A comer ahora!

Javichulo entró en el comedor y le dio un beso a su mujer. Su hijo de 8 años, Johny Knoxville, llegó 5 minutos más tarde. Estrella riñó al niño y le sirvió el café a Javichulo.
La casa de Pino, su forma de vestir, el pequeño Johny era quarterback, el perro, el jardin y el forf Falcon en la puerta. Las 8 de la mañana en Huston, Texas; Verano del 2016.
Javichulo acabó su desayuno y se acordó de Rodrigo... Por el amor de Dios... ¿Qué cojones hacía Ro en Baviera? ¿Cómo iba a conseguir su droga ahora?...

Javichulo compró un billete con American Airlines, que volaba a Bayern el 18 de marzo. Tenía más de medio año para planear su viaje. Para esa fecha, Ro ya hacía un mes que recorría el estado federado de Baviera.

Javichulo y Estrella estaban en el comedor. Ámbos pensando al mismo tiempo en lo monótona que era su relación, ámbos actuando como si no pasara nada. Javichulo se levantó e hizo ademán de ir a su pequeño estudio. Estrella simplemente lo siguió con la mirada inexpresivamente y se quedó sola y en silencio tras el portazo. Tenía ganas de llorar, pero decidió que lucharía por sentirse bien, que se enfrentaría a la depresión que hacía meses sentía que le acechaba.
Paralelamente en su estudio, Javichulo intentó concentrarse en sus cosas, pensar en su futuro viaje, pero tras dos minutos, rompió en llanto. Por más que intentó disimularlo, Estrella lo escuchó desde el comedor y decidió entrar en el espacio privado de su marido. Actuaba por instinto sin saber ni lo que quería, ni lo que debía, ni lo que iba a hacer.
Abrió la puerta y se quedó mirando a su marido hasta que éste se percató de su presencia. Javichulo limpiaba sus lágrimas con un pañuelo mientras Estrella empezaba a balbucear.
- Ja.. Javichulo, qué.. ¿Qué te pasa?
- Nada cariño, nada. Son estas terribles jaquecas. Las que me atacan desde aquel día en el que.. Bueno, ya sabes a qué día me refiero.
- Tienes algo en mente, puedo leerlo en tu mirada. Te conozco muy bien, desde siempre te he estado observando. Sé que quiere decir cada mirada, cada gesto y cada movimiento que hagas. Te conozco perfectamente Javier Pons Olivares, huérfano nacido en un lugar desconocido. Te conozco tanto que sabes que no puedes mentirme sin que lo sepa, así que.. Javichulo, ¿Qué te pasa?
Javier no pudo contenerse y rompió en un llanto atronador. Las lágrimas corrian por sus suaves mejillas y el brillo de sus ojos reflejaba una llamada a la primera infancia.
Lloraba como una nena sobre el pecho de Estrella, mientras ella intentaba calmarlo, luchando por evadir pensar en lo peor.
-Estrella.
El tono de la voz de Javier al decir su nombre fue la gota que colmó el vaso, y Estrella explotó en llanto.
-Lo siento.
Se levantó, chaqueta, gorro, pistola, puerta y adiós.
Y allí se quedó Estrella. Con las tetas saladas, tirada en el suelo.

Javier Pons Olivares salió de la casa decidido. Sabía a donde iba. Estaba muy puteado porque se había olvidado la cartera en la mesa del salón. Se sentó en un parque a pensar mientras se fumaba un cigarro.
-¿Que me pasa? pensaba. - Últimamente siento que no pertenezco a este mundo, que soy sólo un espectro deambulando, que deja tras de sí un resto de plasma. Desde mi muerte nada ha sido igual. Siento que ya no quiero vivir más con esta mujer.
<< Estrella, entre convulsiones, echaba espuma por la boca echada sobre los azulejos de la cocina. Un gato que solía colarse en su casa le lamía los dedos de los pies, ella sentía las cosquillas>>
En tanto que Javier, pistola en mano, entra en una licorería cercana a cara descubierta.
- Tú, un Jack Daniels.
- Cla-claro... - Tartamudea el dependiente. Coge una botella y se la da directamente.
- ¿Cuánto es chico?
- ¿Eh? ¿Có-cómo? ...
- ¿Que cuánto es chaval?
- Ehh.. 10 dólares, señor.
- Toma 15, y pasad una buena tarde.
El dependiente que se ha meado encima se queda con cara de tonto mirando al conocido vecino que acababa de, ¿atracarle?

Todos sabemos por Thoth que el principio es lo que debe reformar el cosmos. La estrella que se encontraba en el camino de Javichulo era muy diferente a la de Rodrigo. El viajaba veloz mente cómo si fuera un guerrero disfrazado. Un cono universal y poético alejado de la forma. El amor, enlazador de mundos hoy va cerca de la lucha continua. ¿Qué pasa con Ro?¿Que pasa con Luas y Borjamari?¿Cuando me dejarán hablar de los hermanos Callaghan y todos esos personajes que tengo en mi cabeza y no se cómo llamarlos? Algunos vamo0s a la deriva en este cielo de palabras. Simples palabras. Serán recordadas cómo ejemplos para la sociedad. Determinismo Conceptual. Quién diría que podría evocar este monologo interior, yo, un sociólogo conservador. No voy a dejar que Sebas intervenga cómo hace siempre, debo hablar con Mina. No debo publicitar mi historía, pues soy otro más que quiere hablar con Ro y pedirle que me deje escribir nuestra historia. Un inmortal no debe cejar de ser virtuoso. Por favor Ro, ayudame a continuar con Estrella. Bella fue la forma en que sucedió lo necesario en ese momento a nuestro personaje:

- Hola Javier - dice Ranwoch.
-¿Qué haces aquí?¿Estoy soñando? - Javier en medio de la oscuridad.
- Puede ser... ¿Recuerdas la última vez que nos vimos? - continua.
- Lo recuerdo. ¿Fue en un sueño?¿Estoy soñando?¿Estoy en el volante?!Cuidado!

El coche derrapa a ras de suelo. Es de noche, y una luz desaparece cómo un rayo que evacua al cielo. Arriba todo calmado, en su cuerpo. Estrella. Se que estoy tiene un significado. 2 minutos y el corazón tranquilo. Javi sigue pensando dentro del coche que se ha desviado de la carretera. La confusión del atraco le ha hecho volver a tener una teleportación. Por suerte ya sabe quién es Ranwoch. Retoma el volante en medio de la noche, todo en calma. ¿Qué debe hacer con Ranwoch?¿Quién es Rodrigo? ¿A dónde voy?

Ranwoch, sentado a su lado, era de color rojo. Tenía unos largos cuernos afilados, y una cola que serpentaba. El Diablo no olvida, y siempre está al acecho.

- Javichulo, debes convertirte en el ente del amor y responderme a la siguiente pregunta: ¿A dónde voy? Me lo debes, recuérdalo.
- Voy.. Yo voy a Baviera. Voy a encontrarme con Ro y a terminar esto de una vez por todas. Basta ya de tonterías Diablo de mierda. Eres vomitivo y tu alienta resulta repulsivo, me das asco. Oh Diablo, eres lo más bajo en lo más bajo. Ni siquiera tus preguntas me parecen impresionantes. El ente de la verdad, la belleza y el amor, vaya patraña. No es más que mierda, bullshit. No puedes aparecer cuando quieras, hacer derrapar mi coche y volverme loco para hacerme preguntas estúpidas. ¿Quieres saber a dónde voy? Coño, coge mi portátil y mira el historial de navegación de internet. Verás el vuelo que tengo comprado: Sólo ida a Bayern, American Airlines, 340 euros facturando maleta. No tienes por qué montar todo este alboroto, encima me has dado un susto de mierda. Bájate del puto coche hijo de puta, bájate ya!

Javichulo abre la puerta del coche y echa a Ranwoch del auto en movimiento. Ranwoch rueda por el asfalto hasta acabar cayendo en la cuneta. El Diablo se levanta, se quita el polvo con unos movimientos de rabo y se hunde en el suelo. Total, Javichulo le había contestado.
Javichulo, recuperando en aliento, conducía. Pero ya no estaba en el mismo sitio.
A lo lejos, vio una figura humana caminando en la oscuridad murmurando algo.
-Eres Rodrigo.- Le interrumpió Javichulo desde atras.
-¡Ésto es increible!, ¿Que coño haces aquí?- Le respondió dando un brinco.
Una fuerza magnética atrae a Javichulo a través de la escena, un viaje efímero en el tiempo. Trastocado Javichulo se arregla el tupé. ¿Qué mierda de paranoia acababa de ocurrir? En 2 segundos se había encontrado en el asiento del copiloto del coche de Ro, y le había reconocido. Segundos después, una terrible fuerza le repelía y le devolvía a su propio coche, del que había echado al mismísimo Diablo.
No había ya más tiempo para viajar a Baviera, todo se apresuraba y había que actuar así que decidió no bajar de la quinta marcha pasara lo que pasara. Conducía nervioso, sin soltar el pedal del acelerador que mantenía presionado hasta el fondo. Se sabía en el Bronx de sus habilidades en la conducción. Cogió la primera curva con un derrape de película de acción, y tras estabilizar el coche, avanzó unos metros hasta que la ruedas delanteras dejaron de tocar el suelo. Carretera cortada y fin del camino. Javichulo solo vió durante un momento el largo horizonte frente a él. Rodaba ahora con su coche en llamas por la empinada colina. Llegando a dar incluso tres vueltas en el aire entre rebote y rebote en el suelo. La situación era extrema, y por ello Javichulo rezó. El único atisbo de esperanza en un hombre, encuentra lugar en la fe. La desesperación y el sufrimiento despiertan en el ser humano el ansía de buscar consuelo en el más allá, en las divinidades que acechan a las puertas de la ciencia.
Javichulo rezó tan profunda y sinceramente, que Dios le escuchó. Tres ángeles bajaron del cielo en un espectáculo de luz y de color. Gentilmente, Bamba cogió de la mano a Javichulo y lo sacó del coche. Una vez fuera, entre los tres lo guiaron por su ascenso a los cielos. Al llegar, lo dejaron tranquilamente en algo que podría considerarse como "suelo firme". El sistema urbano del cielo se basaba en una calle muy larga, llena de comercios y viviendas, que terminaba en un castillo gótico completamente blanco.
Los primeros pasos de Javichulo fueron en dirección a este castillo. Andar no le costaba apenas, casi flotaba sobre aquel extraño estrato; Él, como la gran mayoría de humanos se imagina que los ángeles caminan sobre las nubes cuando descansan de volar. Pero era muy diferente a lo imaginado, aunque era imposible de describir. Mientras caminaba se encontró a diversos ángeles entrando y saliendo de tiendas, yendo a ocupar sus puestos de empleo, todo en pro del buen funcionamiento y armonía de las gestiones realizadas por el Supremo en el cielo. Cuando Javier llevaba unos 20 minutos, y el castillo se seguía vislumbrando igual de lejano, se reencontró con Bamba.
- ¡Javichulo! Te salvamos la vida con el fin de que realizaras una misión para nosotros. No solemos salvar a todos aquellos que ruegan por su vida, sería un imposible y no somos tantos como para cubrir tantas peticiones. Acudimos a aquellas que nos interesa la persona en cuestión para realizar cierta tarea para el Supremo. He visto que tratabas de llegar al Castillo. Bien, ahí es donde debes ir, pero andando nunca llegarías. El Castillo está dentro de tí mientras estás en el Cielo, lo que ves a lo lejos no es más que una proyección; Siempre estará igual de lejos. Ahora escucha, concéntrate y piensa que quieres ir al Castillo que está dentro de...
Antes de que el ángel colega acabase Javichulo ya se encontraba dentro del Castillo frente a una puerta titánica. A su lado otro ángel:
- Bienvenido Javichulo. Te conocemos porque hubo un tiempo en el que precisaste entrada en el Cielo pero se te envío de nuevo a la Tierra para que acabaras de cumplir tu misión. Ahora es ese momento. Escucha, tras esta puerta que ves está Dios. Ahora entra y habla con él.
Tras Javichulo, la puerta se cerró de un portazo. El interior del castillo de Dios estaba construido con luz y polvos de colores. El espacio era cambiante y en función del viento cambiaban los colores. Una orquesta dormía en un escenario mientras un angel corpulento aplaudía efusivamente. A los tres pasos, apareció Él.
-Javichulo. Antes que nada, bienvenido a mi castillo. Te preguntarás porqué te he traido aquí. Bien. Mi nombre es Dios, y necesito tu ayuda.
-¿De que se trata maestro?
-Veras. He escuchado por ahi que tu eres el más chulo. ¿Es eso cierto?
-Eso dicen.
-Dicen también....que nunca has tenido carencias de...polla firme. ¿Es eso cierto?
-Mi pene esta siempre listo para cualquier meneo. No cabe duda.
-Bien. Tu eres mi hombre. El mundo está en peligo Javichulo, el futuro está en tus manos. Solo tu sémen puede salvarnos a todos. Pero tengo que comprobar que todo aquello que dicen de tí es cierto. Por ello vamos a someterte a una prueba.
Entonces, arrastrada por unos ángeles de grandes proporciones, una mujer obesa envuelta en cadenas aparece de la nada. Es depositada delante de El  Más Chulo y se sueltan sus cadenas.
. Ahora, - Habla Dios. - debes masturbarte únicamente mirando a esa mujer. Tienes que empezar y acabar, no puede durar demasiado. ¡Empiezas ya!
"Hacerse una paja delante de Dios era cómo entender el calor humano en su máxima expresión". Ers totalmente bizarro y excitante.
Desde lo más primitivo de su ser como animal, Javichulo contemplaba a Dios, y el morbo de la situación era similar al de una primera comunión. Se lamió los labios y se agarró el miembro. Se masturbaba violentamente cuando un sentimiento de culpabilidad le azotó el corazón... ¿Qué estoy haciendo? ¿Me estoy masturbando en frente de Dios? Esto es totalmente vergonzoso. La elegancia vino en forma de música con la aparición de Estrella. Doble vida es la agonía de Zeus en está dimensión, explicación teórica de cómo todo subyace del relámpago y el trueno. Una manera que tenía Zeus de ser más rápido que todos sus hermanos, menudo cerdo. O por lo menos eso decían los sabios.
El hecho es que Javichulo estaba disfrutando del asunto. Resultó que la gorda le ponía puerco y no tardó en correrse salpicandolo todo. La llenó de semen, de hecho, lo llenó todo de esperma.
Tras hacerle un facial a Dios la situación se puso un poco tensa. Todos miraban asombrados al  gran Javierchulo, aun con el rabo entre las manos.
Miró a un lado, miró al otro. Se dió la vuelta y se fue. Todos giraban la cabeza al pasar por la avenida principal del cielo, con el rabo goteando semen y la mirada fija en el horizonte. Si es que desde esa altura se puede encontrar un horizonte.
Unos ángeles le ayudaron a bajar a tierra firme. El precio, una mamada. Nada complicado para Javier.
En tierra firme de nuevo se mareó. Conoceréis aquella extraña sensación al bajar de un barco después de permanecer a bordo largas horas, pues bastante similar, pero más contundente. Javier vomitó esperma y se limpió la boca con la corbata. La corbata era negra, por lo que la estampa de esperma en ella resultaba sospechosamente vistosa, pero a nuestro amigo... Le daba igual todo esto, prefería caminar en dirección a Baviera, y no sabía bien porqué. De hecho, daba igual a donde se dirigiera. Tras su breve estancia en el cielo se sentía algo desorientado y porque no, un tanto sucio, así que decidió que tenía que limpiar su conciencia como fuera.
Así que a la iglesia. El padre Xacobeo lo acogió en su confesionario, a pesar de intuí que cosas muy turbias iban a ser relatadas en ese lugar, se veía en la mirada perdida de Javier y su corbata manchada de semen.
- Buenos días padre... O buenas tardes, no sé qué hora es. Desde que me ha ocurrido lo que quiero contar aquí, he permanecido más-turbado que nunca, confío en que lo comprenderá.
- Bueno, cuénteme. - Dice el padre Xacobeo, a la vez que se marca una señal de la cruz en vistas de lo que le esperaba.
- Como no me gusta andarme por las ramas, iré al grano si no le importa. A mí.. Me gusta en exceso la masturbación. Es algo que me vuelve loco, me obsesiona, me encanta.. Disfruto tocándome y haciéndome numerosas pajas por día. Aparte de esto, me encantan las gordas, me hacen sentirme vivo, me excitan sobremanera, me...
- Ehem... Por favor, estamos en una iglesia, no hace falta entrar en detalles.
- Perdón padre, no estoy acostumbrado, no pisaba una iglesia desde que me bautizaron. De hecho me acordé de Dios hace apenas unas horas creo, cuando estaba apunto de morir. Él me salvó, por eso.. Por eso es posible que ya haya gastado mis oportunidades, y después de lo que he hecho vaya al infierno.. Seguro que será así porque yo... Hoy he tirado un lefazo sobre la cara de Dios, eso es lo que quería decir.
El padre Xacobeo cayó peso muerto contra el suelo, cruzando la línea que creaba la cortinita del confesionario, dándose de cabeza contra lo que debía ser la tumba de algún antiguo capellán, ya que una inscripción se podía leer ahí donde la sangre ya comenzaba a brotar de la cabeza del padre. Las palabras de Javier lo fulminaron en el acto, su corazón se paró de golpe y la cabeza se abrió como una sandía sobre las piedras talladas del suelo de la iglesia.
"Mejor me voy, no quiero que me hagan limpiar todo esto" Piensa Javichulo mientras se sube al coche de un parroquiano, le hace un puente y se larga.
"A Baviera 4200 km" lee en un cartel de la autopista estatal. Se pone las gafas de sol y respira hondo. Siente que el final de algo se acerca, aunque no alcanza a saber del qué. Lleva unos días sintiéndose depresivo, y vaciar sus huevos en una servilleta ya no le anima como antaño. De repente echa de menos a su madre y le entra follera. Una lágrima recorre su mejilla derecha, se siente enfermo. Tras dos horas de conducción silenciosa se abre el cielo frente a su coche y una figura negra como la noche se cuela en el interior del automóvil como por arte de magia. Javichulo reconoce a la muerte, ¿Le había llegado ya la hora?.
- Javichulo, sé lo qué te estás preguntando y la respuesta es: No. Una vez ya me esquivaste, debí haberte llevado conmigo pero te traje de vuelta para cumplir una misión. Sé que hoy es el día esperado, y te veo tan lejos de tu objetivo que he venido a echarte un cable hermano.
La muerte acerca sus huesudos dedos a la frente de Javichulo y le toca con el metacarpio o el hueso que fuera suavemente. Flash! El coche sobrevuela los cielos y se deja caer sobre una calle violentamente. Javichulo se golpea en la cabeza y pierde el conocimiento. Tarda 5 minutos en despertar, y cuando lo hace, se ve inmerso en un macábro espectáculo lleno de niños y sangre.
Desde el asiento del copiloto ve a la muerte salir del coche estallado con una fotografía de Luas tamaño DIN-A4.
-¿Luas? ¿Qué diablos pasa aquí?
Javier se acerca a la muerte por detras y no se lo plantea dos veces. Con un orgía de musculatura  e inexplicable fuerza, revienta a la muerte con lo que queda del motor del coche.
Como quien tira de su propio enchufe, Javichulo perdió el conocimiento en el instante que la muerte dejó de existir.

Cuando recuperó la conciencia, estaba tirado, perdido y solo en un pueblo fantasma llamado Kirk. Vio moverse unos arbustos y decidió, aun algo traspuesto y sin saber por qué, con la imagen de Estrella enferma en la cabeza, decidió investigar qué pasaba, y de paso ver si conseguía pillar algo de fumar.

Tras seguir el rastro durante horas, encontró a dos hombres escalando, que parecían bastante atareados.

Javichulo, mucho más listo que ellos decidió comprar algo de comida preparada y coger el teleférico hasta la cima, así sorprendería a sus amigos con una gran comilona. Lo que no sabía es que en la cima le esperaban todos. Y cuando digo todos, es todos.

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