En vivo y en directo, con Jose Jones.


"- Y ahora. Aquí. En vivo y en directo. ¡El mismísimo Jose Jones!
- Bueno, yo sólo soy uno de los tres... (Por lo bajo). Buenas tardes público.
- Cuánto tiempo intentando concertar esta entrevista, por lo visto la identidad de Jose Jones, debido a su turbio pasado, era difícil de desvelar. Le rodean millones de acusaciones policiales y amenazas de muerte de madres y padres de sus fans más jóvenes.
- Bueno, algunas de esas acusaciones son infundadas. Se deben al miedo que produce la sola mención de mi nombre. Ya me acusan por todo.
- Eso esperamos todos, que salga todo muy bien. Por cierto, desde cuándo existe Jose Jones?
- Bueno, como ya he dicho.. Yo soy solo una tercera parte de lo que es Jose Jones.
- ¿Como es eso?
- Bueno, sí. Jose Jones somos tres personas. No soy solo yo. En definitiva es una mente mucho más compleja, difícil de cazar entera.
- Creo que no le entendemos.
- A ver, es muy simple. La complejidad de lo que inicialmente se concibió como Luas y sus Problemas es fruto de una mente de triple complejidad, no podía ser una sola persona. Jose Jones somos tres. Yo soy solo uno.
- ...
- ¡Váyase a la mierda usted subnormal! ¡Y a la mierda el público también! Arderán todos en vivo y en directo."

La mecha prende fuego y todo el teatro principal revienta en pedazos. La filmación en directo capta todo el momento de la ignición. Un estadio de fútbol se desmorona por la onda expansiva cuando el equipo local iba perdiendo. La ciudad se sume en el silencio absoluto y una tercera parte de Jose Jones sale caminando entre las ruinas camino a otra localidad. Es hora de ir a un motel y escribir la 6ª temporada de Luas y sus viajes y fracciones.

martes, 31 de julio de 2018

Luas y la publicación del libro

- No entiendo esto último que ha pasado - dice Ro.
- ¿A que te refieres? - dice Borjamari.
- Los depósitos estaban llenos antes de salir. ¿Por qué me marca que estamos casi sin gasolina?.
- ¿Será porque el frío de aquí congela los marcadores? - dice Borjamari tranquilizando a Ro.
- Si anda. ¿Y si nos estrellamos? ¡Esto no se puede parar tan fácilmente, estúpido! - responde alarmado Ro.- Aguanta el volante, voy a mirar detrás.

En ese momento, Ro se quita el cinturón y pasa a la parte trasera de la avioneta para mirar si hay alguna anomalía. Abre la compuerta que le lleva a la sala de máquinas y entra. Todo hace mucho ruido y está lleno de palancas y botones. Por suerte cuando Ro se sacó el carnet de piloto también aprovecho y hizo un curso rápido sobre mecánica para aviones.

- A ver, ¡Parece que algo aquí no va bien! - grita Ro comparando el valor de varios bumetros.
- ¿Qué dices?¡No te oigo! - grita Borjamari desde la cabina intentando manejar la avioneta que cada vez pierde más fuerza.
- ¡Estoy diciendo que estamos en serios problemas! - vuelve a gritar Ro desde la sala de máquinas intentando calibrar la maquinaria para que no pierda fuelle.
- ¿Cómo dices? ¿Qué te faltan buenos lemas? - grita Borjamari.
- ¡Digo que nos vamos a estrellar! - grita Ro al oído de Borjamari justo al lado. Este pega un salto del susto y cae al suelo. Ro aprovecha y se sienta en el asiento del piloto ahora y intentan enderezar la avioneta que ha perdido la dirección con el salto de Borjamari.- ¡Vamos a tener que hacer un aterrizaje forzoso, no queda otra!

La adrenalina está a tope. Borjamari viendo la situación se sienta en el asiento del copiloto y empieza a rezar. Ro pone caras muy raras, de esfuerzo, como si estuviese cagando en  un baño del parque jurásico a punto de ser descubierto por un Tyranosaurus Rex. 

- Agarrate, ¡esto puede doler mucho! - grita Ro con cara de Gremlin. La avioneta realmente no tiene fuel y se va a estrellar ante los ojos atónitos de nuestros protas.
- ¡Virgencita que me quede como estoy! - grita Borjamari cerrando los ojos y agarrandose a Ro.
- ¡Suéltame!¡Necesito dirección! - grita Ro apartándose a Borjamari de un tirón. Con el esfuerzo Ro ha arrancado el volante de su posición. Borjamari mira a Ro a los ojos.
- ¡AAAAaaaaahhhh! - se abrazan los dos mientras el avión empieza a caer en picado.
Crassssh. La avioneta se estrella contra la nieve y empieza a dar varias vueltas de campana. Por suerte, Borjamari y Ro habían trabajado con varios especialistas en la serie y sabían donde colocarse para hacerse menos daño. 

La avioneta finalmente para y una ala empieza a soltar llamas. El deposito está soltando gasolina, no tardará en incendiarse toda la carrocería.

- Ro, despierta, tenemos que irnos. ¡Ro! - grita Borjamari echándole gotitas de agua a la cara. Acto seguido Ro se recupera de la conmoción y empieza a liderar de nuevo la expedición.
- ¿Dónde está Javichulo? - dice Ro mientras se levanta.
- ¿Dónde quieres que esté Javichulo?¡Durmiendo en su asiento! - dice Borjamari.
- Vamos a despertarlo, ¡rápido! - Ro abre la puerta de emergencias mientras Borjamari va a despertar a Javichulo.
- Rápido, despierta tío. ¡Estamos en apuros! - dice Borjamari abofeteando a Javichulo. Este se despierta de sopetón.
- Para tío, que ya me despierto... ¿Hemos llegado ya? - dice Javichulo entre bostezos – ¡Ya vale de ruido! Aquí nadie puede dormir tranquilo, pufff – grita Javichulo quitándose el cinturón de seguridad.
- ¡Nos hemos estrellado subnormal! Venga, recoge el quid de salvación y saltemos del avión antes de que estrelle. - grita Borjamari.
Poco después de estas palabras, Borjamari, Ro y Javichulo, se atan las mochilas con sus quid de salvación y acto seguido saltan fuera de la avioneta. Esta explota y desaparece por completo. 
- Vaya, se ha volatilizado – dice Javichulo sorprendido mientras se rasca la cabeza.
- Venga, no tenemos tiempo que perder, está anocheciendo, tenemos que buscar un lugar dónde acampar – dice Ro mientras pisa la nieve dirigiéndose hacia dónde la brújula le indica su posición- Estamos a un día de camino, tenemos que encontrar cobijo.

Por suerte nuestros aventureros amigos saben como ingeniárselas y detrás de la montaña en la que se han estrellado, consiguen llegar a una cueva que les permite salvaguardarse de la noche y el frío.

- No habrá osos en esta cueva, ¿verdad? - dice Borjamari.
- No. El radar no indica que haya ningún ser vivo a 10 km a la redonda. Al menos que se mueva por Tierra. - dice Ro mientras se quita las botas dentro de la cueva.

Javichulo ha conseguido hacer fuego y los tres amigos se ponen a charlar toda la noche de sus aventuras y recuerdos en la serie.

- ¿Recuerdas cuando rodamos con los Titanes? Jajaja, fue la polla. Menudos actorazos.- se ríe Ro.- Quién lo iba a decir que darían para tanto.
- Yo lo que me acuerdo es que el plató apestaba a pies, jajaja. - dice Borjamari.
- Pufff, yo no lo recuerdo tan bien, creo que iba bastante drogado esa época – dice Javichulo con indiferencia.
- Naaah, es que en esa época te peleaste con Sebas de verdad y me acuerdo que venías bastante mosqueado al plató ya que para aquella entonces había comprado la serie y tenías que verle la jeta todos los días, jajaja. - dice Ro.
Poco después de las risas se quedan los tres dormidos cómo angelitos. Por suerte nadie tiene que hacer guardia ya que dejan el detector de movimiento activado toda la noche por si las moscas. Al día siguiente se despiertan los 3 de buen humor y se ponen de camino a Lu. Salen a principio del amanecer y llegan casi a media tarde a las cercanías de Lu.
- ¿Crees que podremos convencerle? - dice Borjamari.
- No lo se. Ha pasado mucho tiempo, espero que no haya enloquecido y sepa quienes somos. Ha ido a parar a uno de los peores sitios al que podía ir a parar siendo Luas. El pueblo de Lu – dice Ro con cara de resignación.
- ¿Tú crees? - dice Borjamari - Yo creo que si hubiese acabado en Tailandia o Vietnam ya le habría cortado la polla, ¿no te parece?
- No, aquí es peor. Este pueblo está lleno de mujeres sabias que explotan a los hombres a su favor. Luas es un corderito en la boca de muchas lobas hambrientas, no sabemos que panorama nos podemos encontrar.
- ¿Crees que lo habrán sodomizado? - dice Borjamari.
- Mucho peor... es posible que le hayan cambiado el sexo y todo. - dice Ro.
De mientras Borjamari y Ro caminan por el sendero que lleva al pueblo charlando, Javichulo a varios metros por detrás va recogiendo florecitas para regalarle a Luas que hace mucho que no lo ve.
- ¿Creéis que se alegrará de verme? - dice Javichulo.
- Esperemos que si, por eso te hemos traido – dice Ro.
- ¿Ah si?¿Me habéis traído para que nos veamos a propósito? - dice Javichulo con el ramo de flores en la mano.
- Te hemos traído porque Luas nos necesita – dice Borjamari.
- Claro, nos necesita en la serie, nosotros somos sus amigos. ¿Verdad? - dice Javichulo.
- Bueno, necesitamos que vuelva a la serie, seria lo correcto. ¿No te parece Javichulo? ¿Después de llevar años buscando a Luas ya que se ha perdido por el mundo? - grita Ro a Javichulo que nunca se entera de nada.
- ¿Años? ¡A mi me han pasado muy rápido! Pensaba que estábamos de vacaciones, yo no lo he notado... - dice Javichulo con cara de tristeza.
- No lo has notado porque vives sin gastar y eso te permite ver el tiempo de otra manera, en cambio nosotros nos estamos quedando sin dinero y necesitamos que vuelva Luas. - dice Borjamari.
- ¿Y qué pasará si Luas no quiere volver a rodar nunca más? - dice Javichulo.
- Tiene que querer. - dice Ro.
- Pero ¿y si no quiere? - dice Javichulo.
- Joder, ¡dejate de peros! ¡Qué te parece a Luas con tantos peros a todo! ¡A todas las frases, a todos los diálogos, pero, pero, pero...! Tienes que ser más optimista Javichulo – grita Ro indignado de nuevo – fíjate en nosotros. Hemos venido hasta aquí cuando nos enteramos de que Luas estaba atrapado en este pueblo desde hacía tiempo. No nos vamos a ir de rositas por mucho que Luas no quiera volver a rodar. Se que aunque le hayan lavado el cerebro cómo hicieron con Indiana Jones en el Templo Maldito, podemos recuperar a Luas con algún tipo de solución, talismán o conjuro. 
- Venga, dejémonos de tantas soluciones y prosigamos que estamos llegando – dice Borjamari que ahora va un poco por delante de los otros dos.
Justo después de que Borjamari diga esto llegan a la parte del sendero que se une con el río Yarlung Zangbo. Empieza a oler extraño a medida que están más cerca del río. Está anocheciendo y apenas les queda nada para llegar aunque empieza a notar una fuerza muy grande que les presiona a cada paso que dan.
- ¿Realmente crees que debemos proseguir? Noto una energía extraña en mis entrañas – dice Borjamari.
- Tú y tus supersticiones. Tenemos todo lo que necesitamos. El talismán sagrado de Parecelso, las 4 piedras magnificas de la ciudad Tahir, el pergamino de las 7 direcciones del universo, el traje invisible de Jimmy Ferrari, la espada del rey Salomón... ah, y también tenemos escamas de dragón, sangre de unicornio, un grimorio del siglo XI... - dice Ro.
- ¿Y para que sirven todas estas supercherías? - dice Borjamari con una cara grotesca.- Te hablo de que tengo un palpito y tu lo achacas a supersticiones. Y luego, sin quedarte corto, me sales por la tangente y me enseñas todas estas reliquias que no servirán para convencer a Luas de que vuelva con nosotros o en su defecto, si somos atacados por algo pueda servirnos para defendernos..
- ¿Y la espada del rey Salomón? - dice Javichulo.
- ¿A caso me ves con cara de espadachín? - dice Borjamari.
- Jajaja, si que estamos arreglados. Toma – dice Ro mientras se saca una pistola de la mochila y se la lanza a Borjamari. - Y todas estas reliquias nos servirán para comprar la libertad de Luas.
- Eeeeh, yo también quiero una. - dice Javichulo.
- Lo siento, tu ya has matado a bastante gente en la serie. Déjale un poco a Borjamari a ver que hace – dice Ro.

Después de este breve paréntesis por fin llegan al pueblo de Lu. Tanto Ro como Borjamari se colocan su pistola en un lugar oculto pero de fácil acceso. Por su lado, Javichulo sigue con el ramo de flores en la mano. En la parte que empieza el pueblo hay una mujer muy guapa con la cara manchada y sentada en una silla.

- ¿Quieres una flor? - le dice Javichulo acercándose. La mujer lo mira fijamente sin reaccionar. Javichulo se queda con la mano alzada y con la flor señalando a la mujer a varios metros de ella. Acto seguido Ro se acerca a Javichulo y lo aparta de la dirección en la que está mirando la mujer. 

- ¿Quienes sois viajeros?¿A que venís? - dice la mujer muy comprensiblemente a nuestros protagonistas.
- ¿Cómo sabes hablar nuestro idioma? - dice Ro muy extrañado mientras Borjamari y Javichulo permanecen quietos detrás de él.
- Jajaja. - se ríe la mujer dejando pasmados a los demás. Por ahora no se ve a nadie más en el pueblo que puedan nuestros protagonistas ver u oir.
- ¿Dónde está Luas? - grita finalmente Borjamari con un quiebro en la boca.
- Jajaja, viajeros... veo que venís de muy lejos y hacéis muchas preguntas de las que no queréis saber la respuesta... - dice la mujer.
- Si hemos venido de muy lejos. Aunque si queremos saber la respuesta y sobretodo, queremos que todo esto se solucione. - dice Ro firmemente.
- A lo mejor lo que vais a ver os cambie a vosotros también... o lo que vayáis a saber... - dice la mujer.
Poco después de decir esto la mujer se levanta y empieza a caminar hacia el interior del pueblo. Javichulo, Borjamari y Ro siguen quietos observando pasmados con la seguridad con la que los ha despachado la mujer.
- Seguidme – dice la mujer.
Los chicos obedecen y empiezan a caminar despacio detrás de ella, muy juntos.
En ese momento suenan unas campanas en el santuario budista que está al final de la calle. Gente con túnicas blancas empieza a salir de las casas y a dirigirse al santuario. Muchos murmuran cosas en tibetano de camino, haciendo rezos en trance o mirando al suelo. La mayoría de las mujeres que aparecen son muy guapas y algunas muy atractivas. Se percatan de que todas van rapadas hasta las cejas al igual que el resto de los hombres.

- Mirad, ¡es Luas! - grita Javichulo. Entre la multitud que ya está llegando al santuario está Luas, completamente rapado, cómo un bebe recién nacido. También parece estar en trance.

- Eh Luas, ¡Hermano! ¡Cuanto tiempo! - grita Ro acompañado del resto a escasos metros de Luas. Este sorprendentemente hace caso omiso siguiendo con los rezos y se mete en el santuario.

- ¿Enserio? - dice Borjamari. - No nos ha reconocido...
- Venga, entren viajeros, no se queden atras. - dice la mujer ya desde dentro del Santuario mientras acaban de llegar el resto de feligreses.- quitarlos los zapatos y poneros estas túnicas blancas. Hoy hay una celebración importante, esta noche hay eclipse de luna.


Los 3 viajeros muy extrañados hacen caso a regañadientes y se cambian colocándose las túnicas blancas ya dentro del santuario. La mujer les indica que la sigan a través del pasillo. Empiezan a caminar y parece que están en medio del metro ya que lo hacen a través de varios pasillos laberínticos que los llevan cada vez más abajo. 


- Tranquilo chicos, ya sabéis que tenemos todo lo que he traído para defendernos de movidas - dice Ro mientras da una palmadita a Borjamari.
- A ver, ¿y dónde se supone que están tus talismanes? - dice Borjamari.
- En la mochila - responde Ro.
- ¿Qué mochila? - dice Borjamari.
- Mierda, ¡me la he dejado arriba! Ahora no podemos volver... tenemos que seguir a esta mujer y si las cosas se ponen feas, pues ya sabes, los llenas de plomo, ¿vale Borji? - dice Ro palmeando en la espalda a Borjamari.
- Si, eso es. Tú dame consejos así, que seguro que salimos vivos de está - contesta Borjamari a Ro.

La mujer no se pierde nada de lo que esta pasando a pesar de ir varios metros por delante.
A medida que caminan, van pasando por distintas puertas que están siendo custodiadas por guardianes. Parece ser que el pueblo tiene más gente de la que indica el google maps.
Finalmente llegan a una puerta grande que está cerrada. Los feligreses que iban delante parece ser que han pasado todos por esta puerta ya que se oye un gran jolgorio detrás de ella. Tras abrirla se descubre el pastel.



Es una gran sala circular forrada de oro. Solo tiene una ventana circular, en la que encaja a la perfección la vista de una gran Luna llena.
Hay un pedestal vacío en el centro de la sala. Como flotando en el aire, sube Luas con más de ciento cincuenta miradas clavadas. Silencio absoluto.


-Podeis sentaros - Dice Luas levantando la mano en Pataka. Todos se sientan al unisono. Parece un autentico maestro Jedi en pleno dominio de la fuerza, en su mirada y en su voz yace absoluta calma. Todos le adoran, todos le aman. Borjamari no consigue retener una lágrima que le resbala por la mejilla. Tanto él como Javichulo y Ro se han sentado también y observan a su antiguo compañero con asombro.
- Hace ya años que este pueblo, el pueblo de Lu, me acogió en sus brazos. Hace años que dedico mi vida a este pueblo, el pueblo de Lu. Como ya sabeis, hijos mios, hoy es un día especial. El eclipse total de Luna acontecerá en breves minutos. Es un fenómeno que éste pueblo ha aguardado durante milenios y yo mismo, Luas Luna, como portavoz del ente estelar, os aseguro que marcará un antes y un despues en el transcurso de nuestra historia. Esta noche, hijos mios, se acabará al fin todo.


Un grave murmullo recorre la sala. Luas vuelve a levantar la mano.


-No debeis preocuparos, pues preocuparse es ocuparse antes de tiempo. Disfrutad del tiempo que os queda, pues es lo único que poseeis. ¡Contempladme! Soy el hijo de la Luna, el amado de Lu. Hay un motivo por el que llegué a este pueblo y es aquí donde he hallado el final de mi viaje. Inserta su mano en su túnica y alza, cual Rafiki a Simba, un mando a distancia. Aprieta un boton y se proyecta en la pared trasera la retransmisión del primer episodio de Luas y sus problemas.
Todos miran atónitos. Se la parten y lloran a partes iguales. Discuten y se abrazan. Hay peleas y hay sexo. Cuando acaba el capítulo, nada queda de la calma inicial.
-¡Orden! - Exclama Luas mientras apunta hacia arriba. Con el brazo y el dedo estirado, baja poco a poco el brazo hasta que su dedo índice apunta directamente a Javichulo. Sin apartarle la mirada, contonea las caderas.
-¡Tu! Guapo, ven aquí.
Vuelve el murmullo. Los habitantes de Lu no saben como reaccionar, pero obedecen a su mesias y levantan a Javichulo en brazos hasta dejarlo sentadito al borde del pedestal.
Luas, poderoso, en su túnica y de pie en el centro de la tarima, mira soberano a Javichulo que, con postura encojida se siente sometido y avergonzado.
-No temas, ven aquí- Luas le tiende una mano. Javichulo llora y se acerca cabizbajo.
-Luas...yo....te amo.
-Has venido a buscarme.
-Te necesito.
-Por qué has tardado tanto?
-Pensaba que estabamos de vacaciones.
-Sabes bien que yo nunca descanso.
(que se beeesen, que se beeesen, que se beeesen....)
-Oh Luas...he esperado tanto este momento.
Y se besan. Un gran ooooohhhhhhh inunda la sala mientras simultaneamente la luna se vuelve roja. Los habitantes de Lu lo saben: Es el momento de despedirse de su amado Luas.


Rápidamente se organiza una gran fiesta popular. Hay obras de teatro, sacrificios, charlas y programas especiales. Las bandas se suceden unas a otras y la música no para durante trece días y trece noches. En la última de las noches se agrupan todos los habitantes y utilizando gasolina y mecheros clipper, prenden fuego el pueblo. Luas ha llegado y se marcha. Con Lu acaba su viaje y con su viaje acaba Lu. Sus habitantes, ahora nómadas, recorreran la tierra por cientos de años difundiendo el mensaje de Luas.


Luas, Javichulo, Borjamari y Ro se alejan caminando tranquilamente sin despedirse, haciendo un Miki. Caminan de frente, con la gran hoguera a sus espaldas, mirando al frente.


-Amigos- Es hora de publicar.