En vivo y en directo, con Jose Jones.


"- Y ahora. Aquí. En vivo y en directo. ¡El mismísimo Jose Jones!
- Bueno, yo sólo soy uno de los tres... (Por lo bajo). Buenas tardes público.
- Cuánto tiempo intentando concertar esta entrevista, por lo visto la identidad de Jose Jones, debido a su turbio pasado, era difícil de desvelar. Le rodean millones de acusaciones policiales y amenazas de muerte de madres y padres de sus fans más jóvenes.
- Bueno, algunas de esas acusaciones son infundadas. Se deben al miedo que produce la sola mención de mi nombre. Ya me acusan por todo.
- Eso esperamos todos, que salga todo muy bien. Por cierto, desde cuándo existe Jose Jones?
- Bueno, como ya he dicho.. Yo soy solo una tercera parte de lo que es Jose Jones.
- ¿Como es eso?
- Bueno, sí. Jose Jones somos tres personas. No soy solo yo. En definitiva es una mente mucho más compleja, difícil de cazar entera.
- Creo que no le entendemos.
- A ver, es muy simple. La complejidad de lo que inicialmente se concibió como Luas y sus Problemas es fruto de una mente de triple complejidad, no podía ser una sola persona. Jose Jones somos tres. Yo soy solo uno.
- ...
- ¡Váyase a la mierda usted subnormal! ¡Y a la mierda el público también! Arderán todos en vivo y en directo."

La mecha prende fuego y todo el teatro principal revienta en pedazos. La filmación en directo capta todo el momento de la ignición. Un estadio de fútbol se desmorona por la onda expansiva cuando el equipo local iba perdiendo. La ciudad se sume en el silencio absoluto y una tercera parte de Jose Jones sale caminando entre las ruinas camino a otra localidad. Es hora de ir a un motel y escribir la 6ª temporada de Luas y sus viajes y fracciones.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Luas y su alterado subconsciente.

Es cierto. ¿He pasado alguna vez el suficiente tiempo cuerdo como para tener alguna noción de lo que es real? Mierda, están todos equivocados. En el fondo no somos más que entes formados por un cuerpo que nos da unidad, y una mente no unificada. Somos un ente configurado de una forma concreta, una ecuación a la cual se nos aplica las variables del mundo en el que nazcamos. Entonces, ¿quien es capaz de distinguir la realidad? Acaso no es todo real, en cuanto existe para alguien. Acaso hay una realidad global, objetiva, de la que solo los locos no son conscientes. ¿Que porcentaje de esta realidad debe percibir tu ecuación personal, genetica, para que se te considere cuerdo? Vete a la mierda Mastodonte, iros todos a la mierda y dejadme en paz. ¿Quien se creen que son para juzgarme? Cuando hay innumerables cosas más allá del entendimiento, utilizamos símbolos para representar conceptos que no podemos definir con palabras.¿Qué tiene que ver esto con todo? En el fondo, nadie entiende nada. Simplemente encajamos nuestras percepciones en un símbolo global, cultural. Si no encaja con nada, no lo entiendes. Chorradas.
A partir de ahora hablaré de mi mismo en tercera persona. Seré uno con el mundo para dejar de ser Luas. Y será Luas mi simple formalización el el. Será Luas mi simbolo, mediante el cual la gente me entienda, mi nexo con el mundo. Basta ya de drogas, basta ya de masturbación frustrada. ¿Qué es Javichulo para mi sino una simplificación de mi necesidad fisiológica de amor? ¿Quién es Luas?¿Qué es Luas?¿Como es el mundo en Luas? ¿Real para si mismo? Sin duda.
A partir de ahora no seré un bicho de laboratorio para vuestros experimentos. Un caballo de Troya para los necesitados. Un simple señor del universo que ha venido a parar a vuestra consciencia.

Sentado Luas acaba de terminar las lineas. Está preparado para cambiar su imagen y semejanza. Necesita un giro argumental en su vida, un cambio. ¿Cómo lo hacemos? Le ha pasado de todo de lo cual no recordamos nada coherente. ¿Debemos salvar su vida para darle un motivo de necesidad vital?

Él lo sabe todo, cómo si esto formase parte de una película futurista donde todo está predestinado. Coge y lanza el lapiz en el aire. Se queda pegado en el techo. Sabe que las leyes de la física no permitirían esta realidad. Aún así sonrie. Sonrie mucho y empieza a aplaudir. Siente que puede hacer de todo para la humanidad. La palabra que le pasa a Luas por su cabeza ahora es religiosidad. No cómo una imaginación símbolo en el que la gente se pueda reflejar sino cómo una verdad universal. Una verdad que lleva el ser humano en su interior impregnado con respecto a aquellas cosas que desconoce, las cosas que el conocimiento no puede explicar.

El lapiz cae al suelo partiendose parte de la punta dejando el grafito cómo una lagrima de gato. Se agacha para recogerlo y se da cuenta de que lo único que puede hacer es continuar hasta el final, sea cual sea. Sabe que debe averiguar porque su religiosidad le lleva a continuar, a seguir pensando y sobretodo, a seguir sintiendo. Todos sabemos que el ser humano ha abandonado su contancto con el mundo exterior para relegar todo al mundo cerebral. Maldito Platón.

Tras estos pensamientos, Luas decide llevar a cabo su reflexión. Cree que por fín, debe dejar el miedo a parte y vivir una vida hundida en los sentimientos. Lo tiene claro.

Poniendo en funcionamiento todo esto, coge el movil que se encuentra depositado en la mesa y empieza a dibujar un número. Es el número de Estrella.

Estrella es una chica. Una chica muy guapa que siempre le gustó a Luas a pesar de sus tendencias homosexuales. Para Luas uno de los grandes dilemas és: ¿primero vino la homosexualidad o Estrella? Maldito causalismo. Si hubiese tenido huevos en llamar durante todo este tiempo. Ahora Luas tiene 23 años y se siente con fuerzas para luchar por algo distinto y sensible.

- Hola Luis, esperaba tu llamada - dice Estrella.
- ¿Ah si? Vaya - estrañado Luis.
- Te echaba de menos... me alegro de oir tu voz.
- Yo también ¿cómo estás?
- Muy triste. Lo he dejado con mi novio hace una semana - aunque su voz es firme.
- Lo siento mucho... ¿puedo hacer algo por ti?
- Podríamos quedar... ¿o me llamabas para algo en concreto?
- Jajaja, veo que no has cambiado - sonriendo Luis en su interior.
-Sabes....-dijo Estrella cuando Luas estaba colgando para hacerse el duro - he cambiado. El mundo ya no es para mi lo que era. He leido demasiado, los libros equivocados quizá. Seguro que te has dado cuenta. ¿Has pensado alguna vez lo peligroso que es el lenguaje?
En lo que Luas pensaba era en su saldo.
-Englobamos hechos, fenómenos muy complejos, en una palabra. Y lo que hacemos es quitarle todo el significado que tiene, por ejemplo un objeto, para definirlo como un símbolo con el cual podamos entendernos entre nosotros.
Luas cuelga el teléfono, pero se queda pensativo. ¿Tiene Estrella razón? ¿Qué es por ejemplo una silla? Desde el momento en que la hemos bautizado está muy claro: Un objeto material con una serie de patas, una plataforma horizontal y un respaldo opcional que nos permita sentarnos. Pero, no es una silla algo eterno en su fundamento? Y no se refiere a una silla en el sentido platónico de la palabra, sinó a lo que llamamos una Silla en concreto. Todas las sillas son diferentes y a la vez iguales, y en su diferencia y su igualdad lo son en el mismo nivel que con una mesa, un perro, o incluso el ser humano. Es simplemente algo que está. Pero Luas estaba cansado, así que pasó el relevo pronto, tras ese pensamiento. Decidió dormir y que fuera otro quien escribiera sus pensamientos, su subconsciente quizá tendría la solución para todo esto. Se tumbó vestido y no tardo más de cinco minutos en dormirse ya que tanto pensar había llegado a cansarle físicamente. Así que soño: Rem 1, rem 2, rem 3, y entonces su subconsciente dijo:
"Luas, estás sobre un ancho campo nevado"...
Luas anda sobre la nieve en ninguna dirección concreta. Está nevando y los copos caen sobre la nieve. Blanco sobre blanco, nada sobre nada. Sólo blanco, la eterna blancura de nieve está caminando Luas.
Después de un largo rato se encuentra con un lago helado. Todo se refleja en dos mitades perfectas. Luas pisa el hielo "No oigo crac, puedo andar", y continua su camino sobre el lago.
El frío empieza a helarle las piernas y las rodillas le crugen. La cara le duele y los dedos de las manos están congelados. En ese momento desesperado, se encuentra de cara con un muro de ladrillos. Hay césped a su alrededor, la nieve ha desaparecido. Brilla el sol.
El muro mide unos 2 m de alto y parece medir unos 10m de largo. Luas lo bordea con facilidad.
Detrás del muro se encuentran expuestos cuatro óleos. "Son muy realistas, colo me gustan" piensa Luas mientras se acerca al primero. Es Javichulo. Javichulo pintado al óleo sonriendo en un cuadro. Cuando se acerca para verlo de cerca el personaje de Javier se escapa, desaparece de la pintura. Luas la acaricia con las manos; la pintura está humeda.

La siguiente pintura es el Nigrojaque, riéndose a carcajada con los cuernos del diablo. La lengua fuera, bífida. El puto Sebastian, siempre maquinando algo, con su malévola risa. No quería ver mucho más esa pintura, le repugnaba. La siguiente pintura... Era Estrella. Estaba desnuda en un manantial de montaña, el pelo cayéndole por la espalda. Luas se acerca tanto al cuadro que llega a tocarlo. La pintura está tan humeda, tan reciente, que le absorbe y Luas consigue pasar a través de los colores y entra en la escena. Está en el manantial sin saber por qué y Estrella se gira hacia él:
"Hola. ¿Sabrás volver a casa entre cisnes maleables? Comida indagada para el vientre, comida, comida. Sabor y melaza. Comino entre las encías. Sabías cometas y ahora has devuelto el ratón. Volveré caminando. Serás hermano, dormiré soñando"

Aquí me fui de entre las sombras a la semilla de la A.