En vivo y en directo, con Jose Jones.


"- Y ahora. Aquí. En vivo y en directo. ¡El mismísimo Jose Jones!
- Bueno, yo sólo soy uno de los tres... (Por lo bajo). Buenas tardes público.
- Cuánto tiempo intentando concertar esta entrevista, por lo visto la identidad de Jose Jones, debido a su turbio pasado, era difícil de desvelar. Le rodean millones de acusaciones policiales y amenazas de muerte de madres y padres de sus fans más jóvenes.
- Bueno, algunas de esas acusaciones son infundadas. Se deben al miedo que produce la sola mención de mi nombre. Ya me acusan por todo.
- Eso esperamos todos, que salga todo muy bien. Por cierto, desde cuándo existe Jose Jones?
- Bueno, como ya he dicho.. Yo soy solo una tercera parte de lo que es Jose Jones.
- ¿Como es eso?
- Bueno, sí. Jose Jones somos tres personas. No soy solo yo. En definitiva es una mente mucho más compleja, difícil de cazar entera.
- Creo que no le entendemos.
- A ver, es muy simple. La complejidad de lo que inicialmente se concibió como Luas y sus Problemas es fruto de una mente de triple complejidad, no podía ser una sola persona. Jose Jones somos tres. Yo soy solo uno.
- ...
- ¡Váyase a la mierda usted subnormal! ¡Y a la mierda el público también! Arderán todos en vivo y en directo."

La mecha prende fuego y todo el teatro principal revienta en pedazos. La filmación en directo capta todo el momento de la ignición. Un estadio de fútbol se desmorona por la onda expansiva cuando el equipo local iba perdiendo. La ciudad se sume en el silencio absoluto y una tercera parte de Jose Jones sale caminando entre las ruinas camino a otra localidad. Es hora de ir a un motel y escribir la 6ª temporada de Luas y sus viajes y fracciones.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Lucky Boy y las soluciones de Javichulo.

No hay señal.

Javichulo
se despierta
encima
de la arena.

Javichulo camina entre juncos ahora. Derriba una rama con su espada y continua por la jungla. Sigue directamentre entre palmeras y se dirije a una pizarra de color blanco. Delante de esa pizarra hay muchos niños. Uno es el hijo de Luas, Josué. Josué era hijo de Estrella, pero nadie sabía que en la primera temporada Luas se folló a la chica y la dejó preñada. Miki casi mató a este chaval, y Borjamari le salvó la vida.
Josué, que en paz descanse ahora, estaba dentro del Ser Uno de Juanan. Juanan era amigo de Álex S. más conocido por Borjamari por en el terreno de la luz. Sus amigos no lo sabían pero era un angel salvador.

Juanan por su parte fue con Chensio a ver un partido de hockey. Juanan y Chensio se hicieron amigos justo cuando Jose Jones, Luas, Ro, Alex S., Javichulo, Miki, Sebas y Toni dejaron la serie de "Luas y sus problemas" tras la 9na temporada. La audiencia entonces estaba más enganchada a esa serie de una manera enfermiza pero básicamente porque la gente que había empezado a verla no había mirado en la retina de sus personajes. Pocos conocían realmente a Luas. Muchos otros decían haber visto a Javichulo tirando una carta. Vaya, las cosas no le iban mal a Miki en el mundo real... Por su parte, Javichulo no había vuelto a ser el mismo desde que se impregnara el Nuevo Orden Mundial. Entonces el panorama estaba claro, sobravan personajes conocidos y tenían que volver los fundamentales. Dios y la existencía de No-Dios.

A partir de ese momento, el universo empezó a ser reinado por "Lucky Boy" más conocido cómo Dad Lam. Aunque vosotros no os lo creais, y vaya a ser el nuevo supervillano de turno, también era un Gran Hermano.

Cuando en 2011 la Confederación U.U.A. decidió dar el poder gubernamental a Dad Lam cómo el humano-especie con más suerte del universo no sabía que Sebas estaba por enmedio para recibir sus honorarios. Alex S. estaba por una parte con Sebas y Alex P. por su parte seguía de gira por Europa recorriendose distintos paises. Había descubierto que detrás del espejo se encuentra el código de la naturaleza y quería divulgar eso por todos los planteles del planeta Tierra. En Corex Alfa estaban en guerra a pesar de ser un planeta pequeño. Eso desataría a las tropas de Lucky Boy en su guarida trapicheando con Sebas y sus secuaces.

Luas paseaba tranquilamente con su hijo y no le importaba nada más. Quería que lo dejaran tranquilo que no le molestarán. Vaya, el universo podía ser super emocionante y tener experiencias extraterreneas pero su hijo también podía ser una buena experiencia. Después de todo la serie había quebrado y estaba todo el planeta en crisis. Resulta que el monopolio de la Tierra lo controlaba Sebas haciendo negocios con el más allá y seres de otras dimensiones, otros mundos. Al ser Sebas un ser tan inestable en su comportamiento, los regidores de las dimensiones eternas decidieron suministrarle un angel de pre-pago. Ese ángel le ayudaría a superar su vida en este mundo pero en el más allá tendría que servir toda la eternidad con labores sociales en el Edén. Sebas ya sabía que iba a tener que vivir ese vínculo pero podría hacerlo una vez más. Descubrir el corazón del amor. El paraiso mental.

Lucky Boy tenía la llave a ese paraiso pero claro, por eso ya había vuelto. En el paraiso mental todas las dimensiones se abren y convierten al individuo en una propabilidad entre infinito a nivel creativo. En ese lugar tu proyectas cómo Ser Uno esa realidad que quieres vivir por eso es muy fácil de corromper al individuo cuanto más tiempo se pasa alli. Eso provoca despersonalizaciones o perdidas dimensionales de la mente. Daños irreversibles tanto a nivel físico cómo del cuerpo astral. Desintegración de la más remota existencia.

Evidentemente, estaba claro que Lucky Boy cuando salio del paraiso mental fue directo a por Luas sin cuerda. Vosotros pensareis que eso podía suceder en un instante
pero claro, al pasarse una eternidad en el paraiso mental, cuando entro en una dimensión densa cómo la de Luas viniendo de una dimensión sutil cómo es la del paraiso mental el tiempo transcurrido eran días... Lucky Boy tras aparecer en la Tierra, se vio desnudo enmedio de un bosque.

Cómo recordareis, antes del accidente de Luas, Javichulo lo había pasado muy mal en la octava temporada por su paso por el infierno. En eso momento, Javichulo sin trabajo, se había puesto a grabar la serie de "Dr. Jones" con el hijo de Luas y otros niños. Justo en ese instante Lucky Boy aparecia en esa misma dimension desnudo, traido del paraiso mental después de la eternidad vivida dentro de ese tiempo sin tiempo. Un Dios sin un No-Dios.

Caminaron juntos fueron felices en el terreno de la arena y las amistades plenas. Cruzaron los mismos parajes lejos del cielo cerca de la Tierra. Pocos saben si Javichulo le había enseñado a Luas a respetarse a si mismo y empezar de zero con un niño cómo el que él había sido. Demostrar que siempre se puede crecer o retroceder en un sentido. Caminar plano en un circulo
recto en una esfera. Solventar dudas es lo primero tras un ciego asunto entre sin sentidos críticos. La crisis provocada por Sebas le daba rabia y el reclutamiento de Ro en el cerco de Euroasia haciendo de dinamizador de las relaciones de exploradores de mentes no le parecía correcto. Había contactado con Alex P. para pandemizar los cambios nanotécnicos en el nuevo universo de Lucky Boy. Mientras Lucky Boy había dirigido su mente-cuerpo al paraiso mental, su regente Sebas no había parado de utilizar el dinero del planeta Tierra para traficar con cuadernos de sueños humanos. Eso provocaba que el avance del planeta fuera más lento y denso en su elevación universal.

Luas sabía que tras cerrar contrato, lo único que le quedaba para el 2012 era un calendario que le había regalado su abuela para que le enseñara a su hijo a usar los números y entenderlos cuando representan algo significativo y algo anecdótico. Por lo demás, sabías que le había pasado de todo por firmar ese contrato de mil demonios engañado por su archienemigo Sebas. En el otro lugar del plano se encontraba Alex S. cómo el ángel de pre-pago de Sebas explicando al maestro Bark del planeta Surianda que podía hacer la Confederación de Alfa Centauri cuando Lucky Boy buscase una buena excusa.

Javichulo se despierta aun borracho en su cama. Odia éste tipo de sueños en los que nada tiene sentido, y no son poco frecuentes cuando el descanso está relacionado con narcóticos.
Tras varios intentos de levantarse de la cama, gimiendo por la resaca, lo consigue. Le duele la garganta y se toma un ibuprofeno. Se sienta en el ordenador y pierde el tiempo durante un rato, hasta que la inactividad le agobia y decide que debe moverse. Se puso el bañador y preparó la maleta.

Ese día hizo muchos largos en la piscina de 100 metros. El ejercicio vigoroso despejaba su cabeza más que los analgésicos y le dió apetito. Tras comer un menú en la cafetería del polideportivo, famosa por el tamaño de los platos, cogió el autobus y se dirigió a la oficina de correos donde tenía que resolver un par de asuntos burocráticos. Lo odiaba.

Se apeó en la tercera parada, que estaba en la misma puerta de la oficina de correos. Era un edificio bastante feo que no le traía buenos recuerdos. Las fachadas lisas con hileras de ventanas iguales denotaban la frialdad del sistema burocrático, y al entrar olía a funcionario aburrido.
Entró por la puerta giratoria en el momento en que Estrella salía. Se reconocieron, ya que se habían visto en alguna ocasión debido a su relación común con Luas, pero nunca habían conversado más de cinco minutos.
Javichulo decidió ignorarla y entró en la oficina, pero Estrella realizó los 360 grados y sin llegar a salir del edificio, encaró a Javichulo.
-¿A donde vas? - Preguntó.
- Necesito resolver unos asuntos, enviar unas solicitudes, rellenar unos papeles...ya sabes.
-Por que no te olvidas de todo eso y vienes a comer conmigo.
-Ya he comido - Respondió Javichulo.
-¿Y qué? Come otra vez.
Acabaron yendo a un cafe en la calle de al lado, donde ella se pidió una ensalada y él una taza de café. Estrella vestía un uniforme blanco con botones dorados. El traje le quedaba bien, resaltaba sus curvas, y los botones no dejaban de ser inquietantes.
- Deja de mirarme así y cuéntame - Reprochó Estrella.
- No sin antes beber un vaso de agua. - Coge la copa delicadamente y sorbe ruidosamente agua de Manantiales. - Ahora, qué quieres que te cuente?
- ¿Cómo conociste a Luas?.
- ¿Cómo le conocí? Mmm... Buena pregunta, la verdad es que no sé si me acuerdo... A ver, no pudo ser durante el rodaje de la serie, ya nos habíamos visto con anterioridad... Supongo que en la guardería podría ser el principio de todo, aunque como nosotros hemos cruzado diversas dimensiones es complicado hayar la fórmula exacta que nos indique qué cosas ocurrieron más tarde, o más temprano...
Estrella bostezaba, vaya sermón estaba soltando Javichulo, tratando de hacerse el interesante. Siempre hacía lo mismo cuando tenía algún tipo de reunión social. Era su lacra.
- Javichulo, me aburres sobremanera. Paga la cuenta y llévame a casa con tu sidecar, no me gusta este antro ni tu compañía.
Javichulo apoya los brazos en la mesa y se queda profundamente dormido. Estrella chirría de rabia mientras paga la cuenta y mete a Javichulo en un taxi para dejarlo en la puerta de su casa, ni siquiera se dan un besito.
Javichulo vuelve a despertar, resacoso, ¿Cómo llegó a casa? Lo que estaba claro es que la pistola que empuñaba no era suya, y la sangre de sus sábanas le hizo saber que ahora tenía la regla. Tiró la pistola a la basura y se metió en la ducha. Con el agua caliente sobre la nuca, puso en orden sus pensamientos. El tema es el siguiente:

"Me veo cómo un guerrero que cristaliza el proceso maduro. En el portal oscuro y sin dudarlo un portal, he traspasado de la primera temporada a la diez. ¡Qué Suerte! "

Dice Javichulo observando el espacio y el tiempo ahora cómo un relato. Corto y animado. Transmutando el entendimiento de que las puertas son las que llevan a otros mundos. Si no recordais bien, en la primera temporada Javichulo muere tras un sueño, vivido inedependiente. Su ente espiritual, va a parar en realidad a la 10 temporada. Conecta y desconectando en infinito la realidad y ficción. Usa más parametros cómo ser creador. Es el sueño que va a cerciorarse de los malditos ajustes de Lucky Boy. Enemigo Intergaláctico. Puede resultar importante conversar con esos seres que me han visto crecer en cada temporada. Ahora cómo Jose Jones me llamo, debo continuar. El proceso inteligente de la semilla virtual. Uniendo el 2 con el 4. Pasando por el sonido transnomental. Dando paridad al ser infinito. Convirtiendo el microcosmos de Higgs.

Y salió de la ducha desconcertado. Ni él mismo entendía lo que pensaba.

Como un día cualquiera cogió el autobús para ir a los estudios para rodar el siguiente episodio de la serie. No se había afeitado víctima del desconcierto, le tendrían que afeitar en maquillaje. Por aquel entonces Estrella trabajaba en los estudios del Nigrojaque, en la sección de maquillaje. Jose Jones siempre olvidaba afeitarse para poder ver a Estrella, y ella le afeitaba.
Los días de rodaje eran duros para Jose, sobre todo cuando Lucky Boy empezó a manejar las cámaras. Lucky Boy era sobrino del Nigrojaque y desde que nació, siempre tuvo mala suerte y malas pulgas.

Se bajó del autobus de un salto, con tan mala suerte que cayó de llenó en un charco. Pensó: Que puta mierda. Mientras se intentaba limpiar el zapato. Pasaba por los pasillos saludando a la gente. Los conocía a todos y a ninguno, un simple levantamiento de cejas sin pararse a hablar, cordial manera de decir "somos coleguis pero no me la vengas a comer".
Llegó al plató y sin darse cuenta la buscaba con la mirada. Luces. Cámara. Estrella.

Él actuaba ahora para ella. Estaba preparado para el cambio definitivo en la serie. Por otro lado, Ro estaba surcando las colinas de Baviera buscando la PUTA SOLUCIÓN DEFINITIVA PARA LOS PROBLEMAS DE LUAS... Pero... Estaba en Baviera?

domingo, 4 de septiembre de 2011

Let's dance. Ascenso y caida de Luas.

El sol pesaba sobre los hombros en la localidad de Bourne, Mississipi, cuando Luas entró en una taberna digna de los mejores spagetti western. La clásica puerta de doble persiana, el clásico barman, las fulanas y el sheriff negociando precios. Un día cualquiera de febrero del 94.
Laura, que dormitaba sobre su mesa, se sobresaltó al ver entrar a Luas.
-¿Qué haces aquí todavía? - No había mala intención en el tono de su voz, pero tampoco era amable; Luas se impacentó.
-Ya lo sabes, todavia te espero. Hace horas que lo hago, para variar.

La estrella brillaba en sus ojos, lo había vuelto a hacer, crecer de verdad. Había conocido a esa chica tan mona que necesitaba su clan, una nueva historia, un clamor de gloria. Trompetas sonaban a lo lejos dando a la Tierra del Nuevo Mundo, un calibre de calor. La nueva orden era desordenar aquel paisaje tan condecoroso. Con amor por Islandia, el sol se mecía en las cuencas del espacio, balanceando el planeta Tierra al son de una canción de cuna; la humanidad dormita y Luas crece, otras islas acontecen. Japón, Australia, Magascar, Sri Lanka... Puede que la chica fuera el centro de todo, ella mataba callando.

Los primeros momentos fueron un tanto incómodos. Estuvieron balanceándose durante horas en la falta de confianza hasta que finalmente encontraron un tema en común. La música. Luas creía que la música era un mensaje y Laura, que era una actitud. Debatieron durante horas, hasta que el sheriff ofreció una cifra suficiente para que ella aceptara.
Al salir por la puerta ella se giró hacia atras y cruzó su mirada con un Luas aun adormecido.
Estaba pensando en la fiesta que se iba a pegar esa noche. Drogas, alcohol, sexo y masturbación. Al despertar vio los ojos de Laura clavados en los suyos; no podía diferenciar si era una mirada afable o de rabia contenida. El fuego empezó desde el sótano y en cuanto el suelo empezó a arder, el personal ya estaba abandonando el local. Laura y Luas seguían en el centro del bar, ardiendo entre las llamas. Sus cuerpos incandescentes echaban chispas y se consumían en una danza de llamas. El propietario del local sabía que este problema sólo se podía resolver refinando la situación. El era uno más que aparecía en la historia de Luas, la historia de Dios. Un dios que sabe que al principio, el rojo sólo podía ser el principio. La harmonía llevaría al propietario usar el extintor a Luas con Laura. Amor del alma que se junta en un resquicio que da la vida al cuerpo de seguir respirando. Luas y Laura incinerados de por vida, una vida más que va a ser reconstruida por la transformación de la espiritualidad. Una espiritualidad que les llevaría a viajar al centro del universo. Tenía quemaduras de primero, segundo y tercer grado. No importaba cómo tuvieran los ojos, siempre llevaban gafas de sol. No tenían pelo ni piel, carne en salsa. En su salsa de amor y crecimiento personal. El sol salio un día, meses después del accidente y ellos seguían mirándose.

Javichulo y Sebastián llegaron al hospital de la mano. Preguntaron por la habitación y esperaron un rato en el pasillo. Javichulo se decidió y tocó la puerta. Casi no se les reconocía, llenos de tubos entrando y saliendo por todas partes. Sebastian besó a Luas en la frente a pesar de la bronca de la enfermera. Javier salió llorando de la sala y se hizo una paja en el baño, con lágrimas en los ojos. La situación era puro melodrama. Sebastian había ido a ver a Luas para proponerle un trato respecto a sus derechos de imagen en Luas y sus problemas, la serie. Laura no se podía creer que Sebastian tuviera una jeta tan larga, el muy cabrón. Javichulo salió del baño y se encontró a Estrella de frente; Cuando se conocieron ella era enferma, antes de quedarse embaraza, antes de chupársela a Miki.
Estrella al cruzar la mirada con la de Javichulo, se enamoró locamente de él. Borjamari, es decir, Alex miraba desde la cima del monte Fushiyama cómo se envolvían las cosas alrededor de ese aura. Tardó un par de horas en bajar y conseguir un teléfono de mano:

-¿Si dígame? - Miki al teléfono.
- Soy Borja, he notado el karma de Luas tambalearse. Tendrá que dejarse de hacer pajas - Alex mientras se lo piensa.
- ¿Sabes que te parto la boca? - dice Miki.
- No, ya me partieron la mandíbula - se rie Alex - ¿Dónde esta Estrella? ¿Dónde está Ro?
- Ro está en plan pistolas, y Estrella ni idea.
-Miki.....Miki sa-be!
Y se cuelga el teléfono, Miki ha enfurecido y va a follarse a alguna chica en la calle. Ni pistolas ni nada, Miki es más de bazookazo. Alex ni siquiera sabe lo que ha provocado, 6 muertes en una sola noche. Miki está descontrolado, pero Alex ni puta idea de nada.

Como no tiene ni idea de nada, él mismo decide salir en busca de Ro y de Estrella... Posiblemente Ro se la estuviera follando, ya que la última vez que se vieron, él llevaba las pistolas fuera. ¿De qué sirve entonces preocuparse por el tambaleante karma de Luas? Patricia y Sonia habían quedado para visitar a Laura. Eran amigas de la infancia pero Luas no lo sabía. Problemas.

Él las vió desde la cama de al lado. Laura, puesta de morfina, no llegaba a ser consciente de la situación.
-Patri - Dijo Sonia con cara de no estar pasándoselo bien.
- Ya lo se - contestó. - Apenas se la reconoce.
Ésta conversación se repetía una y otra vez, y así sería como la gente hablaría de ellos.
Laura comenzó a tambalearse, con los ojos en blanco. Se cayó de la cama y se arrastró hasta los pies de Patricia. Le cogió el tacón con los dedos en carne viva y lo rompió con una fuerza que nadie esperaba. Patricia cayó al suelo y se rompió el coxis, una ingresada más, adiós sexo anal. Sonia recogió el tacón para llevarle un recuerdo a la familia de su fiel amante, era posible que no volvieran a verla nunca más. Aún así, las posibilidades no siempre son remotas. Eso lo sabía Ro en lo más profundo de su interior. Él se percataba de que las cosas que son tangibles son sólo por pura convención.

Miki había recorrido varios moteles de carretera para comprar tabaco y pipas para Luas. Alex estaba de camino tras coger un vuelo transoceánico de Japón a Nueva Zelanda para ir a buscar a una persona muy especial. Les ayudaria en la nueva empresa de Luas: la hija de McTom, Lara. Eso lo sabía Ro y el había tomado un avión desde dónde estuviese hacia Mississipi.

Respecto a Luas, a él le gustaba Lara, aunque ahora estaba con Laura. Ro había estado liado con Lara pero ahora sólo le interesaban chicas que empezaran por su misma letra. Hace poco lo había dejado con Ramona. Ramona quería estar con Alex y Alex sólo quería estar con Mónica, aunque sabía que Lara estaba enamorada de él. Miki le daba igual con quien estar, siempre acababa malhumorado y descargado. Javichulo se sentía feliz con Estrella pero añoraba a Luas. Luas se sentía feliz con Laura pero quería hacer un trío con Patricia y Sonia. Patricia y Sonia eran medio novias aunque a Sonia le gustaba Ro y Patricia estaba pillada por Jose Jones... A todo esto, y no lo hemos mencionado, Jose Jones se encontraba en la planta de traumatología, justo por encima de la habitación de Luas. Ni Jose Jones sabía que Luas estaba debajo suyo, ni Luas sabía que Jose Jones estaba por encima. Jose Jones había llegado al mismo hospital cuando Chensio trataba de volar por los aires el edificio de cristal de Luas & Cía. El accidente habría sido mortal para cualquier otro ser humano, pero todos sabemos que Jose Jones es algo más. Chensio, por suerte, no consiguió hacer reventar el edificio con su dinamita, pero sí mató a 567 personas, el 80% niños.
Al cabo de unos días, Luas empezó a recuperarse de una forma tan drástica que los médicos no creian lo que veían con sus propios ojos. Alrededor de lo que parecía un milagro, se congregaron decenas y decenas de doctores y expertos de todo el mundo. Finalmente, Luas salió caminando del hospital por su propio pie, sin apenas cicatrices. Unos bultos en el pene y una autoestima muy alta son lo único que el accidente le dejó en su historia. No utilizó el ascensor, decidió descender por las escaleras los veintitrés pisos del edificio. Al principio de su descenso, saludaba a las enfermeras con las que se iba cruzando, pero poco a poco comenzó a bailar de una manera muy extraña. Se había acordado de Laura, de Laura Palmer. Muy aficionado a Twean Peaks ahora recordaba la época de Marta y Eva. Cuando con Borja vivió un Halloween de miedo cerca de un Petit Comite. Puede que fuera otra historia, no seas onírico.

Sus pies se movían ahora con ritmo y harmonia. Sin olvidarse de quién era, Luas el gran amante soñaba con plantear una estrategia en su situación actual, con Laura. En esta vida, no importaba tener accidentes pues siempre existía la magia de volver, la esencia de revivir. Luas ya sabía que la inmortalidad era totalmente legitima. Con su magnetismo habitual, se dirigió a las enfermeras y les lanzó una mirada que las derritió como hielo. Se licuaron en la moqueta del hospital, y se fusionaron todos sus colores diversos. Luas las recogió en un vaso y siguió descendiendo hasta salir del edificio por la puerta principal, después de firmar el alta. La magia había vuelto con Luas, esas enfermeras liquidas serían un buen elemento para los estudios del Dr. Jones. Sí, estamos hablando del padre de sangre de Jose Jones.

Durante la infancia de Jose, el padre estuvo ausente debido a sus largas investigaciones en su centro de experimentación en artes oscuras de la Universidad de Miskatonic. UM. El padre se escondió en sus laboratorios, y no volvió a salir hasta que decidió contratar a Luas como recadero. Luas recibió la visita del doctor el 4 de mayo de 2004, por los motivos ya relatados. Sabía que Luas sabía usar magia, aunque no se daba ni cuenta ni la podía controlar.

El doctor no supo como criar a su hijo Jose, por eso decidió contratar un grupo de música. Varios grupos de música en el que dejaría claro cual es su mensaje, decirle a su hijo cuanto lo quiere. Primero contrato a Aqua. ¿ Recordáis la canción de Doctor Jones? Evidentemente no era un complot Iluminati sino una manera de decirle a su hijo quien era él Doctor más experimentado del planeta. Evidentemente para entender lo de la banda "Aqua" hay que saber que J.J. era un aquariano, pero eso es otra historia.

Luas quería entablar una conversación con ese espécimen cara a cara. Preguntarle cosas sobre el ocultismo de las palabras, entablar con las "mujeres infinitas". El Dr. Jones le dijo a Luas:

- Lo más importante, y lo que tienes que saber es... - Un ataque al corazón fulmina al doctor en el acto y lo deja frito en el suelo. J.J es huérfano ahora, y ahí podrían comenzar algunos de los más diabólicos problemas de Luas. Que para colmo, no había podido saber qué era lo más importante y lo que debía saber. Posiblemente estuviera perdido. El camino ante él serpenteaba en forma de conocimiento, y él quería llegar hasta el final del asunto.

Él sabe que es bueno en lo suyo, al menos sabe que no es malo. Piensa cosas y se pregunta si será el único. Si realmente sus ideas son alguna especie de innovación filosófica. Cree en la mezcla, una especie de alquimia metafórica, una especie de multiplicación. 1 + 1 = 3. Y ese tercer punto es la mágia. Lo que te hace grande, lo que te hace especial. ¿Acaso es él el único que tiene éstas cosas en la cabeza? No para de leer filosofía, arte, estética, poesía...y no encuentra nada parecido. Sabe que no es superdotado, pero sabe también que apenas ninguno de los grandes genios de la historia lo fueron. Proyectar el futuro en busca de ese tercer punto. Eso es lo que debe hacer, con el objetivo último de poder pensar en 3, sin necesitar al uno y al dos. La exclamación, el grito del siglo XXI. Quizá él era el cambio de siglo, un pasar de página. En la era de la velocidad, seguímos referenciandonos en vanguardias de hace 50 años, y creyéndonos muy yupies. Luas por fin abrió los ojos, despertó de su inconciencia y comprendió lo que el vacío significa. Un silenció funcional más allá de la simple ausencia de sustancia.
¿Cómo diseñar tal cosa? Sin duda era posible, aunque difícil.

miércoles, 13 de julio de 2011

Los incipientes problemas de Javichulo.

A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas.

Marcel
Proust




-¿Qué son los anales de la historia? Se preguntó Javichulo.
Pensó un poco. Sin duda Hitler fué un gran anal para la historia. Podríamos decir que la peste negra supuso también una gran penetración. Pero Javi necesitaba algo más. Debía pedir consejo a alguien, a algun verdadero hijo de puta. Necesitaba a alguien vivo que hubiera aplicado el termino "anal" a un par de cientos de personas. De repente cayó, buscó en Google y anotó en un post it rosa:

666289786 - Ratko Mladic.

Cogió el móvil y marcó. Tono, tono, tono.
Contestó una voz que parecía salida de ultratumba. Era penetrante y a la vez jugosa. MMMh, quiero comerme un banana split.

- ¿Quién es?
- Soy Javichulo. ¿Qué hay?
- Shhhh, te he dicho que nunca me llames a este número.
- Ah, ok.

Javichulo cuelga y intenta hacer memoria. Ya está, lo tiene. Vuelve a marca, pero ahora a un número diferente, que no podemos ver. Esconde todo aquello que pueda ser revelador.

- ¿Quién es?
- Ehhh ¿Javichulo?
- Ahora no, estoy ocupado, llamame más tarde.
- Ok.

Javichulo cuelga y intenta tranquilizarse. Va a ser un día muy largo. Que decir de las manzanas. Se come tres o cuatro para hacer tiempo. Vuelve a llamar a Mladic.

-¿Vuelves a ser tu?
-Soy yo otra vez, Javichulo.
-Me suena tu voz... pero creo que no te conozco. Desde que el hijo de puta de Borjamari vendió al gobierno mi situación, no había vuelto a escuchar una voz conocida. A lo mejor son simples delirios.
-No se bien ni por que te llamo. Conozco tus andaduras por Palestina. Como te pasaste hermano. Que digan lo que quieran, pero el ano de la historia lo dilataste sin popper. Quiero hacer lo mismo.
-Se que me tengo que joder, y que si hay alguien a quien no se le puede conceder el derecho a dar pena, es a mi. Pero aun así te aviso. Si consigues que tu integridad moral tienda a cero, te pasas al lado oscuro de la fuerza. Así de facil. Al más puro estilo Vader.

Javichulo colgó el teléfono decepcionado. Quería algo más inspirador. Mladic fue un buen hijo de puta en sus años mozos, pero ahora era un simple friki de Star Wars. Javichulo siempre admiró el pelo de Skywalker. Pensando en ello, se hizo una paja para pasar el rato. Desde que ingirió a Luas, tenía algunos problemas de polla firme, más no así para la mastubación. Javichulo se tocaba entre 10 y 15 veces por día. Corridas ya sin semen, capullo inflamado. Necesitaba a una mujer, necesitaba volver a ser heterosexual.

-Maldición. Desde que Luas apareció en mi vida todo ha sido un infierno. Con la de problemas que tengo debería tener mi propia serie.

Un reality gastronómico combinado con tutoriales de internet y porno amateur...No, simplemente pajas y pajas.

-Deja de desvariar... Javier.- Pensó para sus adentros.

Toc Toc, y entró sin esperar respuesta. Marcel Proust irrumpió en la sala con la boca llena de magdalenas y armado con un Ventolin en cada mano. Tras horas de monólogo sobre las vistas de la ventana y unos espinos que Javichulo tenía plantados, dijo:

-He venido para que me des las buenas noches, mi madre no me quiere y ésto ya me está cansando. Dame un besito y me marcharé.

Javier, sin comprender mucho qué estaba pasando, se acerco decidido y le dio un besito en la frente a nuestro querido escritor. Siempre que hablaba con él, tenían que terminar igual. Mucho sexo había entre estos dos seres, efecto que explicaremos otro día.

Javier cierra la puerta y se sienta de nuevo en su butaca de Boy Scout. Prepara un poco de tabaco para su pipa y empieza meditar sobre las últimas palabras de Marcelo sobre la termodinámica del viento pasando por la ventana, cómo eso puede evocar a una bonita descripción. Esas palabra resuenan en su cabeza para terminar en un estallido. Extasis puro.

Ya es sabido que Javier sufría esa experiencias parapsicológicas desde su tierna infancia. Su cabeza era una calamidad para el cuerpo de estudios parapsicológicos de Nueva Guinea cuando estudiando su cabeza no pudieron arreglar la creencia que tenía Javichulo de que su pene era un lápiz al que se le podia sacar punta. Por otro lado, él amaba ser así, pdriamos decir que estaba enamorado de si mismo. En el espacio de su cuerpo para el amor, solo cabían él mismo y Luas. Al fin se sentía lleno. Al fin.

Seguía pensativo en su ventana. Miraba las bisagras y alucinaba con la mecánica. -Cómo me gusta que las cosas encajen.- pensaba. - Cumplen su función, su simple enmienda. Solo deben articular dos planos sobre un eje, el marco y la hoja. Luas y Javier estaban ahora juntos, pero no articulaban bien. Javier lo sentía dentro, pero no lograba comunicarse con él. Lo sentía en su interior como quien recuerda a una ex-novia. Pero Javier no desesperaba tan facilmente.
-Encontraré nuestra bisagra Luas, la encontraré. Tiene que haber álgo, álguien capaz de unirnos permitiendonos ser nosotros mismos. Álgo o álguien creado con tal fin.
Javichulo suspiraba. La puerta y el marco. El lleno que proteje y el vacío quecomunica. Luas era un lleno transpasable, y Javier era un vacío prohibitivo. Debían articularlo de algun modo, debían reinventar el mecanismo. El picaporte en cambio no giraba fácilmente. Había que introducir una llave si se quería abrir. Javichulo se encontraba frente a una puerta cerrada. Llevaba toda la vida buscando las llaves, y ni siquiera sabía qué estaba buscando. Las llaves que abrían el futuro, eran el paso adelante.
De ahí deriva la importancia de las bisagras, pero las cerraduras son más duras. Javichulo entendió ésto como que no necesitaba una articulación. ¡Necesitaba la llave! Realmente, nunca había estado la puerta que los separa. Ese muro transparente, acústico, que no les permitía la cópula.
Salió corriendo de su casa. El Bronx está lleno de perros vagabundos en pistas de basket con negros que dejan de jugar para mirarte. Corría en trance. No se fijaba en nada. Pensaba en su relación con Luas. ¿Quien era la llave? De repente, llegó. La puerta de la mansión de Sebastián.
Él era la llave: Sebastián. Sebastián durante toda su vida abrió muchas puertas, era el maestro, era la llave.
Entró en la mansión con paso decidido. Al cruzar el umbral de la puerta se encontró sumido en la oscuridad absoluta, no podía ver nada. Cuando comenzó a andar, pisaba con cuidado. Escuchaba atentamente. La verdad es que no se imaginaba que Sebastián vivíera en una mansión Luis XVI. A medida que caminaba, había más luz.
Llegó a una puerta, había banderas en las que se leía NJ. Dos centinelas de armadura plateada cruzaron sus lanzas.
-Identifíquese. Grito el guardia.
-Soy Javichulo.
-¡Adelante caballero!
Abre la puerta, tiene la llave puesta. Dentro lo que ve no deja de sorprenderle. Por un lado tenemos en una mesa un pinguino jugando a poker con un kanguro. Justo al entrar, los dos se giran a Javichulo y lo miran un instante. Poco después retoman la partida cómo si no hubiera pasado nada. Por otro lado, en cada pared un cuadro de Sebas adoptando distintas posturas. Varios perfiles, muchos primeros planos, dibujos, retratos. Es realmente sensual. Javier observa el contorno de sus ojos en un primer plano y se masturba en una esquina oscura. Pensaba que nadie le vería, pero el canguro, indignado, se levantó y se fue. Sin limpiarse, Javier prosiguió el camino.
Entró en la siguiente sala, una especie de bunker lleno de aparatos de última generación anticuados. Ordenadores y cámaras digitales recuperadas de excavaciones ilegales. Aparece Sebastián con algo parecido a una Gameboy.
-Deja eso ya.- Dijo Javier, algo molesto.
-Calla, estoy posteando en el Twitter.

@Nigrojaque Con Javichulo en la Playa de Palma Nova, qué pedo lleva el tío. Nos vamos de cañas!

-A ver, - Javier saca su BB y empieza a teclear. Ve algo que no le gusta, una foto de él mismo en ese preciso instante. Abajo, a pie de foto pone: Hace 2 segundos.
Javier enfurece y echa chispas por los ojos y denuncia la foto. Se decide a trollear.
Desenfunda su pene erecto y coge a Sebastián por el pelo. Lo tiene bien cogido con la izquierda. La derecha, despiadada, con la Blackberry en modo cámara. En un instante, una foto de Sebastián con la polla de Javier hasta la traquea recorre la red.
La foto se difunde por redes sociales, blogs, telediarios y la prensa principal. Internet herbía. Maximum trolling.

Javier salió de la mansion cabreado. Se puso los cascos, Screamadelica y a seguir buscando.

"Trip inside this houseeee ass you pass byyy..." recorriendo de nuevo las paredes del muro de Berlín, hebrío hasta las trancas de cerveza y Jagermeister, cantando esta canción. Cuando Javier viajó al norte se le helaron los cojones, vaya recuerdos estaba teniendo justo ahora... El maldito Screamadelica.

Sigue buscando sin embargo, aunque sin un rumbo fijado. Atrás queda Sebastián, escupiendo el semén de Javier.

La masa de gente que se encontró bloqueando su camino no era normal. Era el Oktoberfest. Birras y rubias tetonas. Quizás Miki hasta el culo de Ron Barceló era la llave que andaba buscando. No lo creía, pero "le apetecía ver a ese cabrón."
Se lo encontró casi sin querer. Javier estaba tranquilo. Dos litros y Javichulo en acción. Borracho de Ron. Se choca con los pives sin pedir perdón. Esa gorda anda sola. Se empalma y se le va la bola. Coge su arma y no controla. Enciende la consola. Era bueno y no es trola, ameno, veneno en sangre fría fria, fria, fria como lo lejos que está Noruega, tan veraniega.

-Miki, ¿dónde estas chorbo? Estoy en el Oktoberfest. - El teléfono ni siquiera había dado tono, pero Javier tenía que disimular de alguna forma para no parecer ridículo con un móvil que no le contestaba en la oreja. Las marchitas margaritas que bebian los anglosajones contrastaban con las jarras de zumo de cebada.
Javier entro en un estado de shock. El shock fue la manera que tuvo de darse cuenta de que no iba bien por el camino, que debía reclutarse o alistarse o enmerdarse en algún estado transitorio más. Ya lo había hecho antes y no sería la última vez.

- Es la hora, es la hora... es la hora de ir al Himalaya. - Javier para sus adentros.

En el pasado, Javichulo ya había leido algo de los mayas y no le había gustado ese rollito que llevaban con el sol, los calendarios extraños y esas otras memeces que no conseguía entender. Él estaba por encima de todas aquellas historias y no se quería preocupar por el 2012. La aventura de vivir le había hecho más racionalista.
Recordó a Borjamari, que le había explicado con todo tipo de detalles el porqué de su desgracia.
Pensó que en el Himalaya podría relajarse y encontrarse consigo mismo y, por ende, con Luas. Quizá la llave que tanto ansiaba no estaba en Sebas ni en Miki, ni en los mayas. Tenía que encontrarse con Luas de forma frontal. Encararlo, abrirlo y penetrar en su ser, en su alma. Decidido, corrió hasta la estación de autobuses más cercana y compró un ticket para el aeropuerto. De camino, utilizó su BB para comprar el billete y hacer el check in online.

Los aeropuertos en Alemania son diferentes, la gente es muy educada y las colas se mueve muy rápido. Javichulo está sentado en su asiento en 0,23 segundos. Abre "Los Miserables" por la página 789, Jean Valjean en el convento vive siendo un jardinero. Se duerme en seguida, antes de que el avión despegue.

Al despertar no sabe donde está, ya no reconoce el paisaje. Espacio aereo internacional. Pulsa el botón para que venga una azafata, que llega casi al instante. Su identificación lleva una foto-carné de élla sonriendo. Mira a Javier con seriedad y le comprende al instante. Desaparece para volvér con un gin tonic, una penthouse y una ralla de cocaina. Ahora sí que sonrie. Javier esnifa y bebe. Javichulo la mira con la mirada desencajada y Paloma aumenta su sonrisa.
-Hacía tiempo que no nos veíamos, Javichulo.
-Quizá demasiado.- contestó éste torciendo la cabeza, con los dientes apretados y moqueando por la derecha. - No me gusta dejar de ver a mujeres tan hermosas como tú, me hace pensar demasiado, aparte de que las pajas se me hacen más complicadas. ¿Crees que podemos escaparnos al baño y echar un pete?
- Javichulo, nunca cambiarás. Estoy trabajando, sabes que no puedo. Además, no serías capaz de hacer nada en este avión, por el simple hecho de que tú ahora mismo no estás aquí.
- ¿Qué quieres decir?... - Javichulo está extrañado, estas palabras chocan en su cabeza como un martillo pilón. De repente se siente flotar, liviano como una pluma.
- Creo que acabas de entenderme... No estás aquí ahora mismo, esto es todo una ilusión... Tu verdadero cuerpo está sumergido en Vispring dentro de una probeta de características homéricas en el laboratorio del Nigrojaque... De todas formas, poco puedes hacer.... Así que disfruta el momento, sin embargo, de sexo ni hablar.

Javichulo se arranca el cinturón de un tirón, empuja a Paloma y sale corriendo por el pasillo. Se dirige a la salida de emergencia con la mirada perdida y la nariz aun goteando.
Se despierta. Se ahoga en una pecera, lleno de tubos y vias, sondas y drenajes. Las alarmas de los monitores de control suenan como locas. Se mueve como un desesperado intentando quitarse el tubo que tiene metido por la traquea hasta los pulmones. Aparece una horda de cientificos de baja moralidad. Javichulo llora en estado de shock, no comprende nada y siente llegar una erección. El pene se le llena de sangre y los científicos sacan sus bloc de notas, cámaras y otros instrumentos de medida. Un tubo que tiene clavado en el glande comienza a cambiar de color, de gris a azul celeste, progresivo. Que vergüenza, una empalmada delante de tanta gente seria... Ya había vivido algo así anteriormente, hacía muchos años, en la escuela episcopal. Los electrodos que tiene en las sienes empiezan a vibrar suavemente, el letargo vuelve a apoderarse de Javichulo...

- ¡No! ¡No lo haga! ¡¿Está loco?! - Chilla un azafato homosexual, agarrándose el paquete con las dos manos. Javichulo abre la puerta de emergencia y sale despedido al exterior, succionado por el vacío. Se coje a la cola del avión y se incorpora. Parece ser que Jose Jones quiere hacerle caer, quizá por alguna experiencia previa de Jones con algun tipo de paracaidas tandem. Pero Javichulo estaba decidido a no ceder ante este destino impuesto. Comenzó a escalar por la parte superior del avión hasta llegar a la proa. Se situó en el parabrisas de los pilotos y les hizo un calvo. El fuerte viento movía esos pelillos rizados. El piloto pegó un volantazo y derrapó, pero Javi estaba bien cogido.
Agarrándose con los dedos a una junta, aguanta el fuerte viento en la cara. El avión gira y gira, la cabeza de Javier empieza a desprenderse de su cuerpo. Se marea y vomita. Inevitablemente suelta las manos y cae al vacío. Ni paracaídas ni hostias.
En su caida, pensó en el destino. Quizá su futuro sí estuviera siendo guiado por una especie de ente superior. Su destino no estaba escrito, se iba escribiendo sobre la marcha, pero no era él, sino Jose Jones quien lo dictaba segun sus caprichos.
Veía acercarse el territorio. "Parecen hormigas" recordó Javier a Ollie Williams con una sonrisa.
Su suerte estaba echada, no parecía haber ninguna solución a éste problema, así que se mantenía relajado. Apareció un atisbo de esperanza al desaparecer la tierra debajo de él y encontrar de nuevo, más cielo. La caída era infinita, quizá era el momento apropiado para reflexionar.

"Me llamo Jose Jones y soy drogadicto"
¡Hola Jose!
¿Qué tiene que contarnos hoy Sr. Jones? ¿Cómo se siente?
Siento que mis ojos se salen de las cuencas como una gelatina que ha estado demasiado tiempo al sol, resbalan y descienden por mis mejillas, pegajosos, dejando en mi cara dos agujeros en los que depositar unas velas negras con olor a vainilla. Mis uñas se rompen, crujen y caen también. Caen sobre el asfalto caliente, encima de la masa sanguinolenta que han dejado mis globos oculares.
¿Qué conclusión extrae de todo eso?
Yo pensaba que era una mujer y hoy me doy cuenta que no estoy tan seguro. ¿Porque sino hablo de mi misma en masculino? No se si es real todo ésto. Solo se que no veo nada, y que no tengo uñas. La vida da vueltas, el cielo se vuelca sobre si mismo mientras todo a lo que le damos importancia la pierde por simples gestos, caricias y charlas. Todo son épocas, y todas las épocas pasan.
Recordó la letra de una canción de la Bersuit:
Yo veo al futuro repetir el pasado, el museo esta lleno de grandes novedades.

Cuando cesa la música te sientes decaer. Los sonidos terminan y llega el silencio, despiadado. Javier se sentía muy mal consigo mismo y con Jose Jones aun más. El pelo de su cabeza, cuidado con Schwarzkopf, se cae por momentos. Se siente envejecer y desciende a los infiernos. Su cabeza, hoy calva, cayó encajada en una grieta. Alexhander levantó la mirada con tranquilidad.
Alexhander era solo otro hijo de puta más en el infierno. Llevaba años allí y por eso no le sorprendía ver de cuando en cuando caer otra cabeza.
Le sorprendío que los pocos pelos que mantenía, eran tersos y suaves. Los comparó con su rubia melena, ya quemada por el calor y el azufre, y le preguntó a Javichulo que cómo lo hacia.
Javier miró de reojo y simplemente le mandó un guiño a distancia. Cautivadora su mirada, Javichulo se creía el mejor en la pista de baile. Por ello salía de todas las situaciones con un guiño de complicidad. La cabeza perdida de Javier no entonaba muy bien con el infierno. Él era más de frio, de montaña, que de playa. Sin embargo, vivir es adaptarse y debía esforzarse para no pasar la eternidad solo. Decidió que el primer paso era ir a ver al diablo, un viejo amigo suyo.

- Disculpe señorita, podría decirme dónde... - Alexhander clava su mirada en los ojos de Javichulo y escupe una bocanada de fuego.
- ¡Señorita tu madre! Llámame señora.
Javichulo aceptó ente disculpas y siguió a Alexhander que ya había comenzado a andar. Pronto llegaron a una puerta en la que colgaban tres llaves.
La primera es la llave de Javier, la segunda es la de Javichulo y la tercera, la del destino, es la llave de Jose Jones. Las tres te pertenecen, pero la puerta es propiedad del diablo.
Javierchulo miró consternado. Llaves. Estaba harto de llaves, pero tenía que seguir adelante. ¿Luas donde estás?













Luas se encontraba a miles de años luz. En la Antártida seguía, aun habiéndose convertido en un cubata y haber sido ingerido por Javichulo, él se seguía sintiendo pegado al hielo, cubierto de nieve. Luas también pensaba mucho en Javichulo. Haber entrado dentro de él le evitaba verlo, y le echaba mucho de menos. Mi cabeza está en cualquier parte. Vamos a la cama ya. En la cama se está bien, bajo las sábanas, oculto del mundo.
Mas pesa en la conciencia.
Desaparecer, no tomeis a broma.
La cama es la evidencia, sodoma. Gomorra.
Javier ya no estaba, y ahora,
desaparecer. No tomeis a broma.
Podía pensar que todo seguiría igual, pero siempre, podía cambiar.

John McDonalds cómo sabía que todo esto iba a pasar cuando empezó en la trama de corrupción y dinero, hizo un contrato vitalicio con todos los derechos de la serie. Eso le aseguraba tener el control absoluto para cuando venían estos arreglos temporales. Quizás, a pesar de que todo el mundo pensaba que era un hombre malvado, simplemente muchos se equivocaban por no darle una oportunidad a cambiar. John McDonalds era una persona demasiado distinta en tantos momentos que no se le podría llamar mala, más bien, incomprendida. Incomprendida por sus acciones que explicaremos con coherencia y orden.

El faisán dorado revoloteava por la cabeza de Sebas muchos años atrás, justo cuando hizo el mayor trato de su vida, el contrato vitalicio:

- Buenos días señorito Sebas.
- Buenos días Alfred ¿Cómo estás?
- Algo cansado, piense que llevo varias noches costipado.
- Lo se Alfred, dime, ¿tengo algún asunto nuevo sobre John McDonalds?
- Si, creo que tiene un recado súmamente importante.
- ¿De quién?
- Ha llamado McMurffy de "Intercop. Loom". Acepta su contrato. Enhorabuena.
- ¡Genial!¡Qué suerte tengo! No esperaba que pudiera pasar, dios mío...

Sebas se emociona tanto que empieza a llorar. Primero, al recibir la información su cerebro, se colapsa. Poco a poco, después, va generando endorfinas mezcladas con todo tipo de sustancias extrasensoriales... acaba de firmar un contrato de inmortalidad. Aunque aún es humano en carne y huesos, su energía pasa a afirmarse como completa y se eleva a la máxima potencia. Está claro que para explicar esta vivencia necesitaremos un telescopio perfecto para medir la unión de todas sus glándulas de su cuerpo, con su cuerpo, en el centro del universo, con el centro del universo. Teniendo en cuenta que vamos a explicarlo de manera ordenada, dejaremos este tema para otra ocasión y seguiremos en la recamara de Sebas dónde esta mojando el hombro de Alfred, tridimensionalmente.

Así es, Sebas llorando encima de Alfred cómo un niño que acaba de nacer y tiene su primer contacto con el aire. Años y años sufriendo consecuencias de desmayo para conseguir el Santo Grial. Ahora lo tenía en la mano en forma de contrato "Needle and Thread", conseguido con complejisimas situaciones con el más allá. Tratos, negocios, prerogativas, pruebas, muchos tejemanejes, cansancio, mucho cansancio... Sabía que en el fondo no tenía más que 21 años y que una eternidad valía más que eso. Estaba hecho de buena madera.

Poco podría decir Javichulo, años más adelante, en la situación que se encontraba ahora en el infierno. Javichulo ya sabía que esto iba a pasar pero porque Sebas se lo había enseñado antes. Es evidente que el poder de Sebas siempre tiene que ver con lo que sabes. ¿Qué sabes del pasado de Sebas con respecto a Javichulo? Ellos habían ido juntos a clase, no podría llevarse mal jamás, al menos, por lógica se tendría que llevar algo bien, digo yo ¿no? Dos átomos que se juntan forman un pasado, presente y futuro y ¡Plas! Tenemos a Javichulo delante de 1 puerta con 3 llaves.

Todos estos pensamientos que tenía Javichulo le venían ahora a la cabeza. Cuando Sebas le enseñó el video en el Youtube dónde aparecía ese momento en que lloraba desconsoladamente en el hombro de Alfred, no se lo podía creer. Por lo visto, Alfred quería conseguir derechos sobre Sebas en todas las redes sociales y le había grabado a escondidas y difundido por toda la galaxia. Es evidente que no podía ganar mucho cuando se intenta usurpar la eternidad. Por otro lado, en el hemisferio izquierdo de Javichulo tenía la voz de Jose Jones que le susurraba "¡Confusión!¡Soy drogadicto de la vida!" ¿Qué podía hacer? Era hora de dar un paso adelante en su vida. Se abrochó el cinturón y se aventuró en el terreno inospito de la experiencia de la vida, aquel que nadie puede atravesar a menos que pase al siguiente nivel... Lo cual no es bueno del todo.


Let's dance,

viernes, 13 de mayo de 2011

Luas y cómo pelar una manzana.

Hace muchos años, cuando a Luas aún no le habían llamado para protagonizar su serie, este vivía en su casa de Palma de Mallorca, con su familia, tranquilamente. Entonces, con la edad de 24 años, se encontraba en la recta final de la carrera de Informática. Aunque le quedaban pocas asignaturas para terminar, sus preocupaciones eran otras. Si, exacto, muy diferente a lo que nos tiene tan acostumbrados. Su interés principal, entonces, era encontrar la mujer de su vida en las noches de borrachera por Gomila.

- Mmmh, cómo me gusta el Ron Negrita - decía siempre en voz alta para por si aparecía alguna chica que pensara cómo él. Se lo bebía cómo agua. Se lo bebía cómo medicina. "¿Cómo medicina a que?" os preguntareis. Cómo medicina al amor.

Luas era un joven cómo todos los demás que necesitaba curar su aprendida moral impuesta por nuestra estupida sociedad. Con poder para hacer de todo y sin motivación para llegar a nada, Luas, bebía. Vosotros lo sabeis que no vamos a ninguna parte así. Por eso, después de muchos problemas con el Ron Negrita, decidió cambiar. Así es amigos. Luas sólo tenía 24 años cuando se dio cuenta de lo importante del cambio, de que debía viajar y beber otras clases de alcohol. Intentar encontrar a esa mujer por otros terrenos (visitando otros bares). Conocer nuevas culturas y provando el Saque o la Sidra.
Entonces, tras cambiarse de casa y mudarse a la Antártida, Luas empezó a buscar el amor en las focas silvestres. Tuvo mucho sexo con ellas, pero no le complacía en absoluto. Sin embargo no dejaba de hacerlo, lo necesitaba como el diabético la insulina. En la Antártida las pajas son imposibles, no puedes dejar el pene a la intemperie mientras te la pelas como un mono porque se te hiela la sangre y nada tiene sentido. "Cómeme la polla y luego un cojón" canturreaba Luas para sus adentros mientras recorría el suelo helado, desnudo igual que cuando nació; con el culo prieto por el frío y los ojos en blanco por el estremecimiento que le recorría la columna. Si estaba mejor o estaba peor, poco importaba, lo único que valía la pena era el sentimiento de culpabilidad por haber dejado atrás a todos sus seres queridos y haber partido tan lejos sin importarle una mierda las consecuencias. El nihilismo no es sólo una forma de vivir, también es una forma de destruir. Es más, me atrevería a aventurar que no hay nada más destructivo, pero precisamente por su naturaleza a Luas le sudaban la polla estas mierdas y continuaba caminando en busca de una foquita virgen.
Todas las noches llegaba a su Igloo y se repleanteaba su vida bebiendose sus últimas reservas de Ron Negrita. Todo esto es una locura, pensaba. He buscado el aislarme, el ser completamente libre, autónomo. He odiado el mundo y me he ido de él, y hoy, lo único que me importa es encontrar un puto chocho esquimal. Llegar a meta es siempre una decepción. Nunca seré feliz, nunca. Cogió su maleta, y salió con el cubata en la mano. Caminaba sin mirar atrás. Se subió en su avioneta y el ruido del motor acabó con el silencio antártico al que sus oidos se habían ya acomodado. Despegó atravesando una nube, y peazo nube. Parecían unas enormes tetas, tan grandes que ni el más grande de los Jumbo's lograría atravesar. Porqué bien es sabido por los lares aéreos que teta que mano no cumbre, no es teta, sino ubre. Pensando en esas voluptuosas nubes, un ruido le despistó de sus pensamientos. Era el motor, estaba fallando. La avioneta comenzó a caer en picado y Luas no conseguía restablecer el control. Iba a caer al abismo de las nieves, y nadie le iba a encontrar nunca. Fijó su mirada en las grandes ubres que sobrevolaban el cielo y soñó que llegaba a ellas.

El sueño llamaba a la esperanza, él llegaba a esas nubes al punto de posarse sobre ellas mientras la avioneta se estrellaba contra un glaciar. Adiós a la recuperación del Mamuth.

Luas abrió los ojos pensando que vería el abismo sobre él, pero se despertó como en su sueño. Sobre las nubes dormía y no había rastro de la avioneta. No veía más que el inmenso cielo y un cúmulo de nubes. La sierra del cielo, la gran sierra que crece y disminuye constantemente... El terror de muchos marineros, el némesis de todos los capitanes de barco. Se encontraba sobre las nubes y pretendía andar hasta el final.

Al final de la nube se veía el gran pezón. Recordó entonces los grandes pechos estilo nimbus y reflexionó un poco. La gran aureola le transmitía un placer ancestral. Podía correrse hacia dentro sólo con mirarlo. Sus pasos le guiaban a seguir caminando.

Ese lugar tenía un color rojizo, común, con forma espectral. Tras aterrizar, el color blanco había cambiado a ese rojizo martillo con el que sólo se puede volver a la normalidad cerrando un poco los ojos. De eso se dio cuenta Luas poco después, cuando ya era consciente de que lo que veía era un paso diferente en su historia. Un cambio en su maduración. De nómada de la representación a guerrero del amor. Tras asentarse en la nueva superficie con las piernas cruzadas, comenzó su oración. Una oración silenciosa que pretendía elevar su espíritu a la estratosfera. El rezo empezaba con unos gemidos sordos y continuaba con una respiración neutra proveniente del abdomen. Todo parecía etereo pero cada vez cobraba mejor forma.

Cuando Luas se dio cuenta de que esos procesos eran terrenales, poco a poco, fue viendo que estaba desnudo encima de esa superficie. Sus labios, humedecidos por el ambiente, goteaban gotas sobre su pecho. El amor y el arte. El arte y la ciencia. El amor y la ciencia. ¿Acaso no es todo lo mismo? ¿Son cosas distintas? ¿O son todas la misma materialización del más profundo sentimiento? Paparruchas piensa Luas. El pene le cuelga aun chorreando. El nigrojaque se incorporó y se subió las bragas. Le había dolido y se le notaba en la mirada. Luas volvió en sí mismo y observó la infinita inmensidad. Blanco de nuevo, el cielo abierto y el mar rugiendo. Las campanas. Se despertó con la cara llena de sangre. Se había desmayado. A tientas buscó el baño para mear. El pitido en los oidos era ensordecedor. Meó, meo dentro y fuera, meó incluso en sus pantalones ya que no había conseguido bajarselos del todo. Se sentó en el vater y relajó el esfínter. Sin limpiarse las manos, amarillo salió del baño, con los labios azulados. Cayó semiinconsciente en el colchón.

Ojos abiertos, de nuevo el cielo. Había vuelto a perder el conocimiento en un momento crítico de su vida. La sed era eterna. Las paz también, para variar un poco. Y todo, todo, todo... era igual. Es decir, cómo las películas de indios y vaqueros. Por otro lado, a pesar de tanta harmonía, Luas echaba en falta algo. Algo muy terrenal que ya no podría degustar allí: Ron Negrita. Sabía que no sabía en que parte de la historia se encontraba. Ahora era joven, muy joven... si no recuerdo mal hemos dicho 24 años, ¿no? Pero, y que importaba ahora eso si no tenía un Ron Negritapara abastecer a su cuerpo. ¿Y su cuerpo? Ahhh, no habíamos caido en la cuenta. Su apariecia ahora era sólo color en lugar de cuerpo. En medio de una nube, Luas decidio materializarse en algo que le sirviera para su situación. Ron Negrita, Ron Negrita, Ron Negrita... y plás, ahora era un Ron Negrita en medio de una nube. Después de un tiempo, efectivamente, ¿cómo voy a beberme a mí mismo si yo soy el Ron Negrita que estoy buscando?

Pero cayó en que lo verdaderamente importante no es lo que bebes, si no lo que eres, aunque a Luas le costara diferenciarlo. Ser Ron Negrita, serlo en esencia. Abastecer miles de gargantas sedientas de fiesta guarra. Descendió de los cielos para deslizarse suavemente por un vaso de tubo, tiñiendo los hielos de Luas. Jose Jones simplemente estaba ahí, como siempre, en el momento y el lugar preciso para darse importancia en la historia. Un poco de cocacola y listo. Sant Hilari los unió, Jose sentia a Luas en su pecho al fin. Desde aquellos tiempos en los que se hacía llamar Javier no había vuelto a sentir tal armonía en su cuerpo. Era como la tormenta que da sentido a la sequía. Aquella lluvía gastronómica de bichos y ranas que hace pensar que allí arriba hay algo más que angeles meando para refrescar el bochorno del verano. Jose Jones a partir de ese momento se convirtio en el rey de todas las fiestas pues tenía el poder vital de Luas en su ADN. Podía caminar en cualquier dirección que todo terminaba cómo el deseaba. Sexo, Drogas y Ron Negrita.

Por otro lado, Javichulo, seguía con sus problemas con las mujeres. El no había pasado del segundo nivel, seguía atrapado en esa estación del año que no le hace ver lo que tiene dentro de su corazón. Cooperaba cómo podía en sus tejemanejes y, por otro lado, se dedicaba a juntar varias cosas para luego fundirlas en algo bonito. Era un artífice de la metafísica en distintos grados anales. Por otro lado, hacía cosas por lo que pasaría a los anales de la historia. Quien sabe, quizás debía seguir sus instintos y desmateralizarse cómo Luas.

- Buenos días Señora Comadrona. - Javichulo sin saber nada de Luas.
- Buenos días Javier, ¿cómo te encuentras hoy por la mañana?
- Bieeen, venía a comprar aceitunas.

Sin duda, Javichulo seguía viviendo con normalidad, sin altibajos ni preocupaciones. Nada más lejos de la realidad. Cuando se ingiere a Luas, se cagan problemas.