En vivo y en directo, con Jose Jones.


"- Y ahora. Aquí. En vivo y en directo. ¡El mismísimo Jose Jones!
- Bueno, yo sólo soy uno de los tres... (Por lo bajo). Buenas tardes público.
- Cuánto tiempo intentando concertar esta entrevista, por lo visto la identidad de Jose Jones, debido a su turbio pasado, era difícil de desvelar. Le rodean millones de acusaciones policiales y amenazas de muerte de madres y padres de sus fans más jóvenes.
- Bueno, algunas de esas acusaciones son infundadas. Se deben al miedo que produce la sola mención de mi nombre. Ya me acusan por todo.
- Eso esperamos todos, que salga todo muy bien. Por cierto, desde cuándo existe Jose Jones?
- Bueno, como ya he dicho.. Yo soy solo una tercera parte de lo que es Jose Jones.
- ¿Como es eso?
- Bueno, sí. Jose Jones somos tres personas. No soy solo yo. En definitiva es una mente mucho más compleja, difícil de cazar entera.
- Creo que no le entendemos.
- A ver, es muy simple. La complejidad de lo que inicialmente se concibió como Luas y sus Problemas es fruto de una mente de triple complejidad, no podía ser una sola persona. Jose Jones somos tres. Yo soy solo uno.
- ...
- ¡Váyase a la mierda usted subnormal! ¡Y a la mierda el público también! Arderán todos en vivo y en directo."

La mecha prende fuego y todo el teatro principal revienta en pedazos. La filmación en directo capta todo el momento de la ignición. Un estadio de fútbol se desmorona por la onda expansiva cuando el equipo local iba perdiendo. La ciudad se sume en el silencio absoluto y una tercera parte de Jose Jones sale caminando entre las ruinas camino a otra localidad. Es hora de ir a un motel y escribir la 6ª temporada de Luas y sus viajes y fracciones.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Let's dance. Ascenso y caida de Luas.

El sol pesaba sobre los hombros en la localidad de Bourne, Mississipi, cuando Luas entró en una taberna digna de los mejores spagetti western. La clásica puerta de doble persiana, el clásico barman, las fulanas y el sheriff negociando precios. Un día cualquiera de febrero del 94.
Laura, que dormitaba sobre su mesa, se sobresaltó al ver entrar a Luas.
-¿Qué haces aquí todavía? - No había mala intención en el tono de su voz, pero tampoco era amable; Luas se impacentó.
-Ya lo sabes, todavia te espero. Hace horas que lo hago, para variar.

La estrella brillaba en sus ojos, lo había vuelto a hacer, crecer de verdad. Había conocido a esa chica tan mona que necesitaba su clan, una nueva historia, un clamor de gloria. Trompetas sonaban a lo lejos dando a la Tierra del Nuevo Mundo, un calibre de calor. La nueva orden era desordenar aquel paisaje tan condecoroso. Con amor por Islandia, el sol se mecía en las cuencas del espacio, balanceando el planeta Tierra al son de una canción de cuna; la humanidad dormita y Luas crece, otras islas acontecen. Japón, Australia, Magascar, Sri Lanka... Puede que la chica fuera el centro de todo, ella mataba callando.

Los primeros momentos fueron un tanto incómodos. Estuvieron balanceándose durante horas en la falta de confianza hasta que finalmente encontraron un tema en común. La música. Luas creía que la música era un mensaje y Laura, que era una actitud. Debatieron durante horas, hasta que el sheriff ofreció una cifra suficiente para que ella aceptara.
Al salir por la puerta ella se giró hacia atras y cruzó su mirada con un Luas aun adormecido.
Estaba pensando en la fiesta que se iba a pegar esa noche. Drogas, alcohol, sexo y masturbación. Al despertar vio los ojos de Laura clavados en los suyos; no podía diferenciar si era una mirada afable o de rabia contenida. El fuego empezó desde el sótano y en cuanto el suelo empezó a arder, el personal ya estaba abandonando el local. Laura y Luas seguían en el centro del bar, ardiendo entre las llamas. Sus cuerpos incandescentes echaban chispas y se consumían en una danza de llamas. El propietario del local sabía que este problema sólo se podía resolver refinando la situación. El era uno más que aparecía en la historia de Luas, la historia de Dios. Un dios que sabe que al principio, el rojo sólo podía ser el principio. La harmonía llevaría al propietario usar el extintor a Luas con Laura. Amor del alma que se junta en un resquicio que da la vida al cuerpo de seguir respirando. Luas y Laura incinerados de por vida, una vida más que va a ser reconstruida por la transformación de la espiritualidad. Una espiritualidad que les llevaría a viajar al centro del universo. Tenía quemaduras de primero, segundo y tercer grado. No importaba cómo tuvieran los ojos, siempre llevaban gafas de sol. No tenían pelo ni piel, carne en salsa. En su salsa de amor y crecimiento personal. El sol salio un día, meses después del accidente y ellos seguían mirándose.

Javichulo y Sebastián llegaron al hospital de la mano. Preguntaron por la habitación y esperaron un rato en el pasillo. Javichulo se decidió y tocó la puerta. Casi no se les reconocía, llenos de tubos entrando y saliendo por todas partes. Sebastian besó a Luas en la frente a pesar de la bronca de la enfermera. Javier salió llorando de la sala y se hizo una paja en el baño, con lágrimas en los ojos. La situación era puro melodrama. Sebastian había ido a ver a Luas para proponerle un trato respecto a sus derechos de imagen en Luas y sus problemas, la serie. Laura no se podía creer que Sebastian tuviera una jeta tan larga, el muy cabrón. Javichulo salió del baño y se encontró a Estrella de frente; Cuando se conocieron ella era enferma, antes de quedarse embaraza, antes de chupársela a Miki.
Estrella al cruzar la mirada con la de Javichulo, se enamoró locamente de él. Borjamari, es decir, Alex miraba desde la cima del monte Fushiyama cómo se envolvían las cosas alrededor de ese aura. Tardó un par de horas en bajar y conseguir un teléfono de mano:

-¿Si dígame? - Miki al teléfono.
- Soy Borja, he notado el karma de Luas tambalearse. Tendrá que dejarse de hacer pajas - Alex mientras se lo piensa.
- ¿Sabes que te parto la boca? - dice Miki.
- No, ya me partieron la mandíbula - se rie Alex - ¿Dónde esta Estrella? ¿Dónde está Ro?
- Ro está en plan pistolas, y Estrella ni idea.
-Miki.....Miki sa-be!
Y se cuelga el teléfono, Miki ha enfurecido y va a follarse a alguna chica en la calle. Ni pistolas ni nada, Miki es más de bazookazo. Alex ni siquiera sabe lo que ha provocado, 6 muertes en una sola noche. Miki está descontrolado, pero Alex ni puta idea de nada.

Como no tiene ni idea de nada, él mismo decide salir en busca de Ro y de Estrella... Posiblemente Ro se la estuviera follando, ya que la última vez que se vieron, él llevaba las pistolas fuera. ¿De qué sirve entonces preocuparse por el tambaleante karma de Luas? Patricia y Sonia habían quedado para visitar a Laura. Eran amigas de la infancia pero Luas no lo sabía. Problemas.

Él las vió desde la cama de al lado. Laura, puesta de morfina, no llegaba a ser consciente de la situación.
-Patri - Dijo Sonia con cara de no estar pasándoselo bien.
- Ya lo se - contestó. - Apenas se la reconoce.
Ésta conversación se repetía una y otra vez, y así sería como la gente hablaría de ellos.
Laura comenzó a tambalearse, con los ojos en blanco. Se cayó de la cama y se arrastró hasta los pies de Patricia. Le cogió el tacón con los dedos en carne viva y lo rompió con una fuerza que nadie esperaba. Patricia cayó al suelo y se rompió el coxis, una ingresada más, adiós sexo anal. Sonia recogió el tacón para llevarle un recuerdo a la familia de su fiel amante, era posible que no volvieran a verla nunca más. Aún así, las posibilidades no siempre son remotas. Eso lo sabía Ro en lo más profundo de su interior. Él se percataba de que las cosas que son tangibles son sólo por pura convención.

Miki había recorrido varios moteles de carretera para comprar tabaco y pipas para Luas. Alex estaba de camino tras coger un vuelo transoceánico de Japón a Nueva Zelanda para ir a buscar a una persona muy especial. Les ayudaria en la nueva empresa de Luas: la hija de McTom, Lara. Eso lo sabía Ro y el había tomado un avión desde dónde estuviese hacia Mississipi.

Respecto a Luas, a él le gustaba Lara, aunque ahora estaba con Laura. Ro había estado liado con Lara pero ahora sólo le interesaban chicas que empezaran por su misma letra. Hace poco lo había dejado con Ramona. Ramona quería estar con Alex y Alex sólo quería estar con Mónica, aunque sabía que Lara estaba enamorada de él. Miki le daba igual con quien estar, siempre acababa malhumorado y descargado. Javichulo se sentía feliz con Estrella pero añoraba a Luas. Luas se sentía feliz con Laura pero quería hacer un trío con Patricia y Sonia. Patricia y Sonia eran medio novias aunque a Sonia le gustaba Ro y Patricia estaba pillada por Jose Jones... A todo esto, y no lo hemos mencionado, Jose Jones se encontraba en la planta de traumatología, justo por encima de la habitación de Luas. Ni Jose Jones sabía que Luas estaba debajo suyo, ni Luas sabía que Jose Jones estaba por encima. Jose Jones había llegado al mismo hospital cuando Chensio trataba de volar por los aires el edificio de cristal de Luas & Cía. El accidente habría sido mortal para cualquier otro ser humano, pero todos sabemos que Jose Jones es algo más. Chensio, por suerte, no consiguió hacer reventar el edificio con su dinamita, pero sí mató a 567 personas, el 80% niños.
Al cabo de unos días, Luas empezó a recuperarse de una forma tan drástica que los médicos no creian lo que veían con sus propios ojos. Alrededor de lo que parecía un milagro, se congregaron decenas y decenas de doctores y expertos de todo el mundo. Finalmente, Luas salió caminando del hospital por su propio pie, sin apenas cicatrices. Unos bultos en el pene y una autoestima muy alta son lo único que el accidente le dejó en su historia. No utilizó el ascensor, decidió descender por las escaleras los veintitrés pisos del edificio. Al principio de su descenso, saludaba a las enfermeras con las que se iba cruzando, pero poco a poco comenzó a bailar de una manera muy extraña. Se había acordado de Laura, de Laura Palmer. Muy aficionado a Twean Peaks ahora recordaba la época de Marta y Eva. Cuando con Borja vivió un Halloween de miedo cerca de un Petit Comite. Puede que fuera otra historia, no seas onírico.

Sus pies se movían ahora con ritmo y harmonia. Sin olvidarse de quién era, Luas el gran amante soñaba con plantear una estrategia en su situación actual, con Laura. En esta vida, no importaba tener accidentes pues siempre existía la magia de volver, la esencia de revivir. Luas ya sabía que la inmortalidad era totalmente legitima. Con su magnetismo habitual, se dirigió a las enfermeras y les lanzó una mirada que las derritió como hielo. Se licuaron en la moqueta del hospital, y se fusionaron todos sus colores diversos. Luas las recogió en un vaso y siguió descendiendo hasta salir del edificio por la puerta principal, después de firmar el alta. La magia había vuelto con Luas, esas enfermeras liquidas serían un buen elemento para los estudios del Dr. Jones. Sí, estamos hablando del padre de sangre de Jose Jones.

Durante la infancia de Jose, el padre estuvo ausente debido a sus largas investigaciones en su centro de experimentación en artes oscuras de la Universidad de Miskatonic. UM. El padre se escondió en sus laboratorios, y no volvió a salir hasta que decidió contratar a Luas como recadero. Luas recibió la visita del doctor el 4 de mayo de 2004, por los motivos ya relatados. Sabía que Luas sabía usar magia, aunque no se daba ni cuenta ni la podía controlar.

El doctor no supo como criar a su hijo Jose, por eso decidió contratar un grupo de música. Varios grupos de música en el que dejaría claro cual es su mensaje, decirle a su hijo cuanto lo quiere. Primero contrato a Aqua. ¿ Recordáis la canción de Doctor Jones? Evidentemente no era un complot Iluminati sino una manera de decirle a su hijo quien era él Doctor más experimentado del planeta. Evidentemente para entender lo de la banda "Aqua" hay que saber que J.J. era un aquariano, pero eso es otra historia.

Luas quería entablar una conversación con ese espécimen cara a cara. Preguntarle cosas sobre el ocultismo de las palabras, entablar con las "mujeres infinitas". El Dr. Jones le dijo a Luas:

- Lo más importante, y lo que tienes que saber es... - Un ataque al corazón fulmina al doctor en el acto y lo deja frito en el suelo. J.J es huérfano ahora, y ahí podrían comenzar algunos de los más diabólicos problemas de Luas. Que para colmo, no había podido saber qué era lo más importante y lo que debía saber. Posiblemente estuviera perdido. El camino ante él serpenteaba en forma de conocimiento, y él quería llegar hasta el final del asunto.

Él sabe que es bueno en lo suyo, al menos sabe que no es malo. Piensa cosas y se pregunta si será el único. Si realmente sus ideas son alguna especie de innovación filosófica. Cree en la mezcla, una especie de alquimia metafórica, una especie de multiplicación. 1 + 1 = 3. Y ese tercer punto es la mágia. Lo que te hace grande, lo que te hace especial. ¿Acaso es él el único que tiene éstas cosas en la cabeza? No para de leer filosofía, arte, estética, poesía...y no encuentra nada parecido. Sabe que no es superdotado, pero sabe también que apenas ninguno de los grandes genios de la historia lo fueron. Proyectar el futuro en busca de ese tercer punto. Eso es lo que debe hacer, con el objetivo último de poder pensar en 3, sin necesitar al uno y al dos. La exclamación, el grito del siglo XXI. Quizá él era el cambio de siglo, un pasar de página. En la era de la velocidad, seguímos referenciandonos en vanguardias de hace 50 años, y creyéndonos muy yupies. Luas por fin abrió los ojos, despertó de su inconciencia y comprendió lo que el vacío significa. Un silenció funcional más allá de la simple ausencia de sustancia.
¿Cómo diseñar tal cosa? Sin duda era posible, aunque difícil.

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